Éxito absoluto de la última producción cinematográfica
histórica española enfocada en Miguel de Unamuno.
El mismo fin de semana que la 67º edición del Festival de
San Sebastián ha tocado a su fin, el cine español ha vivido uno de sus estrenos
más esperados, "Mientras dure la guerra". La última joya artística de
Amenábar no ha dejado indiferente a nadie.
Puede haber multitud de opiniones
sobre si merecía representar a España en los Premios Óscar, pero ha logrado alcanzar
el sobresaliente con enorme solvencia. Es necesitaría apuntar la existencia un
escepticismo negativo hacia la nomenclatura de la película.
Es bien sabido que
la trama se centra en la evolución interior del docente, filósofo y escritor
Miguel de Unamuno ante un truculento contexto bélico. A pesar del hilo
argumental dantesco, los corazones han palpitado con una sensibilidad faraónica
cuando el desenlace anunciado se volatilizó. al presenciar como un personaje
histórico como es Miguel de Unamuno usaba su vitalidad en su pelea contra las
contradicciones emergentes en su cabeza según las circunstancias
contextuales.
Karra Elejalde ha demostrado que merece un premio Goya al haber
clavado a la perfección los silencios y sus flashbacks nostálgicos en la
búsqueda de luz en un túnel sin salida. Dicho túnel ha sido otra diferencia que
ha marcado Alejandro a las mil maravillas.
No solamente ha sabido integrar el
colorido atractivo exterior a la pochedumbre más grisácea, sino que su esencia
se alinea perfectamente con los tiempos de hoy en día. Es cierto que existen
detractores hartos de usar la Guerra Civil como camino fácil al éxito.
No
obstante, nos encontramos ante una metáfora sobre la putrefacta situación
política emergente. Los repetidos ¿"qué quieres que haga?" junto a las
discusiones que tiene el propio Miguel con su familia deben pervivir siempre en
nuestra bolsa de aprendizaje. Acaban de lanzarnos en una joya cinematográfica
el verdadero mensaje de la coherencia. Esta virtud busca la verdad permitiendo
el error y la discusión como respuesta al "pedante" "¿qué
quieres que haga?".
Actores de la película "Mientras dure la
guerra". Imagen: Facebook de MOD Producciones.
Todas estas características
las reunió Miguel y puesto que nunca renunció a ellas, son merecedoras de ser
un ejemplo a seguir. Sin embargo, sería injusto centrar el peso de la historia
en Unamuno. La intervención de una figura histórica como Franco es digna de una
profunda reflexión.
La película ha llegado en un momento crucial en cuanto al
contexto político se refiere, con la polémica causada por la exhumación del
dictador. En mi humilde opinión, "Mientras dure la guerra "no se trata de un
"panfleto" propagandístico. Hemos podido comprobar que no ha dudado
en plasmar la intención de Estado que tenía el propio Franco, pero tenemos
entre manos una historia que ha pasado de puntillas a lo largo de los últimos años.
Siempre hemos sentido el fusilamiento de Federico García Lorca por
"rojo" y "maricón", el fallecimiento de Miguel Hernández en
la cárcel por tuberculosis y la muerte de un Machado exiliado. Sin embargo,
Unamuno dejó un discurso para la historia que debe pervivir hacia nuestros días
como vacunas en contra de la xenofobia.
"Se ha hablado aquí de guerra
internacional en defensa de la civilización cristiana; yo mismo lo hice otras
veces. Pero no, la nuestra es sólo una guerra incivil. (… ) Vencer no es
convencer, y hay que convencer, sobre todo, y no puede convencer el odio que no
deja lugar para la compasión. Se ha hablado también de catalanes y vascos,
llamándolos anti-España; pues bien, con la misma razón pueden ellos decir otro
tanto. Y aquí está el señor obispo, catalán, para enseñaros la doctrina
cristiana que no queréis conocer, y yo, que soy vasco, llevo toda mi vida
enseñándoos la lengua española, que no sabéis…".
"Acabo de oír el
grito necrófilo e insensato de ’¡viva la muerte!’. Esto me suena lo mismo que,
¡muera la vida!’. Y yo, que he pasado toda la vida creando paradojas que
provocaron el enojo de quienes no las comprendieron, he de deciros, con
autoridad en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. Puesto
que fue proclamada en homenaje al último orador, entiendo que fue dirigida a
él, si bien de una forma excesiva y tortuosa, como testimonio de que él mismo
es un símbolo de la,muerte. ¡Y otra cosa!"
"El general Millán Astray
es un inválido. No es preciso decirlo en un tono más bajo. Es un inválido de
guerra. También lo fue Cervantes. Pero los extremos no sirven como norma.
Desgraciadamente, hay hoy en día demasiados inválidos. Y pronto habrá más si
Dios no nos ayuda. Me duele pensar que el general Míllán Astray pueda dictar
las normas de psicología de las masas. Un inválido que carezca de la grandeza
espiritual de Cervantes, que era un hombre, no un superhombre, viril y completo
a pesar de sus mutilaciones, un inválido, como dije, que carezca de esa
superioridad de espíritu suele sentirse aliviado viendo cómo aumenta el número
de mutilados alrededor de él. (… ) El general Millán Astray quisiera crear una
España nueva, creación negativa sin duda, según su propia imagen. Y por ello
desearía una España mutilada…"
"¡Éste es el templo de la inteligencia!
¡Y yo soy su supremo sacerdote! Vosotros estáis profanando su sagrado recinto.
Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio
país. Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza
bruta; pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para
persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece
inútil pediros que penséis en España".
Publicado el 3/10/2019 en: https://www.whynotmagazine.es/2019/10/01/mientras-dure-la-guerra-un-desnudo-emocional-de-unamuno/
Publicado el 3/10/2019 en: https://www.whynotmagazine.es/2019/10/01/mientras-dure-la-guerra-un-desnudo-emocional-de-unamuno/