El domingo 22 de abril se cumplirán 15 de años de la aparición del primer capítulo de una serie española mítica: "Los Serrano". Duró cinco años o bueno, un día si seguimos al pie de la letra el sueño de Antonio Resines.
Todo empezó cuando un padre de familia viudo llamado Diego (Antonio Resines) y una madre divorciada llamada Lucía (Belen Rueda) se iban a casar tras haberse reencontrado décadas después.
Diego es padre de tres hijos: un adolescente amante de la música: Marcos (Fran Perea), un niño rebelde: Guille (Víctor Elías) y el pequeño Curro (Jorge Jurado). Por otra parte, Lucía es madre de dos hijas sofisticadas, limpias y simpáticas que son Eva (Verónica Sánchez) y Teté (Natalia Sánchez) Este hecho provoca que haya dificultades a la hora de convivir al haber personas con diferentes personalidades en una misma casa. Por tanto, veremos situaciones de humor en el núcleo familiar y con los amigos de Los Serrano, concretamente la familia "Martínez" formada por Fructuoso Martínez (Toni Molero) y Candela Blanco (Nuria González) o en el trío de amigos que se junta en la "taberna Hermanos Serrano" formada por Fiti, Diego y su hermano Santi (Jesús Bonilla).
Eso sí, la serie será muy recordada porque pudimos ver dos estilos educativos, el de diálogo que utilizaba Lucía y el de las amenazas como: "si no te portas bien, te comes la escobilla" de Diego, los enamoramientos de los hermanastros, primero Marcos y Eva y luego Teté y Guille que causaron problemas de convivencia, los celos de Diego y su manera de dejarse influir por sus amigos, la mala leche de Candela y lo bruto que era Santiago, pero al mismo tiempo tenía buen corazón.
La primera y segunda temporada estaba basada en situaciones de humor para que se conocieran a los personajes, en cambio, a partir de la 3º y 4º temporada, cambió y empezó a tener grandes niveles de audiencia. La verdad es que no es para menos porque empezó la relación de Marcos y Eva, los comentarios de Diego sobre "incesto", Guille empezó a ver que sentía cosas por Teté, Santiago empezó a enamorarse de Lourditas (Goizálde Núñez) y sobretodo, la separación de Diego y Lourditas.
A partir de ahí, los personajes empezaron a evolucionar porque Diego empezó a mejorar sus defectos gracias al psicólogo, Fermín/Fernando (Ales Furundarena), Lourditas dejó de ser tan beata y a actuar sin complejos y el amor de Fiti-Candela estaba deteriorado. Como novedades, destacaron las incorporaciones de Choni (Pepa Aniorte), hermana de Fiti enamoradiza y de José Luis (Javier Gutiérrez), hermano de Lourditas timador.
Al principio no cayeron bien, pero evolucionaron como todos y además, con las marchas de Belén Rueda, Nuria González, Verónica Sánchez y Fran Perea hicieron que ellos fueran los mejores actores. Las últimas temporadas estuvieron bastante bien porque los personajes siguieron evolucionando y sobretodo, porque Diego y Fiti tenían la oportunidad de rehacer su vida con Celia (Jaydi Michel) y Ana (Natalia Verbeke) respectivamente.
En cambio, la trama era más que predecible porque sabíamos que solo faltaba que Raúl (Alejo Sauras) enderezara su vida o que Guille y Teté acabaran como novios. Eso sí, nunca perdonaré a los guionistas que la serie acabara con Curro, el buenazo de la familia, en un reformatorio, Diego suicidándose y para colmo, todo fuera un sueño.
Le pongo un 8 a la serie porque pude ver a una típica familia española con la que me puedo identificar, supieron reaccionar ante la marcha de importantes personajes, pudieron reconocerse grupos de músicas o artistas españoles importantes como "Fran Perea" o "el sueño de Morfeo", pero pienso que su final dejó un mal sabor de boca.
La última temporada sobró porque no supimos exactamente como acabaría Curro y además, ni dio tiempo a que se desarrollaran los nuevos personajes, Elena (Lydia Bosch) y su hija Luna (Dafne Fernández). La verdad es que supieron hacer una serie parecida a "Médico de familia", pero adaptándola al siglo XXI. Bueno, nada más, espero que os haya gustado esta entrada, un saludo.
Eso sí, la serie será muy recordada porque pudimos ver dos estilos educativos, el de diálogo que utilizaba Lucía y el de las amenazas como: "si no te portas bien, te comes la escobilla" de Diego, los enamoramientos de los hermanastros, primero Marcos y Eva y luego Teté y Guille que causaron problemas de convivencia, los celos de Diego y su manera de dejarse influir por sus amigos, la mala leche de Candela y lo bruto que era Santiago, pero al mismo tiempo tenía buen corazón.
La primera y segunda temporada estaba basada en situaciones de humor para que se conocieran a los personajes, en cambio, a partir de la 3º y 4º temporada, cambió y empezó a tener grandes niveles de audiencia. La verdad es que no es para menos porque empezó la relación de Marcos y Eva, los comentarios de Diego sobre "incesto", Guille empezó a ver que sentía cosas por Teté, Santiago empezó a enamorarse de Lourditas (Goizálde Núñez) y sobretodo, la separación de Diego y Lourditas.
A partir de ahí, los personajes empezaron a evolucionar porque Diego empezó a mejorar sus defectos gracias al psicólogo, Fermín/Fernando (Ales Furundarena), Lourditas dejó de ser tan beata y a actuar sin complejos y el amor de Fiti-Candela estaba deteriorado. Como novedades, destacaron las incorporaciones de Choni (Pepa Aniorte), hermana de Fiti enamoradiza y de José Luis (Javier Gutiérrez), hermano de Lourditas timador.
Al principio no cayeron bien, pero evolucionaron como todos y además, con las marchas de Belén Rueda, Nuria González, Verónica Sánchez y Fran Perea hicieron que ellos fueran los mejores actores. Las últimas temporadas estuvieron bastante bien porque los personajes siguieron evolucionando y sobretodo, porque Diego y Fiti tenían la oportunidad de rehacer su vida con Celia (Jaydi Michel) y Ana (Natalia Verbeke) respectivamente.
En cambio, la trama era más que predecible porque sabíamos que solo faltaba que Raúl (Alejo Sauras) enderezara su vida o que Guille y Teté acabaran como novios. Eso sí, nunca perdonaré a los guionistas que la serie acabara con Curro, el buenazo de la familia, en un reformatorio, Diego suicidándose y para colmo, todo fuera un sueño.
Le pongo un 8 a la serie porque pude ver a una típica familia española con la que me puedo identificar, supieron reaccionar ante la marcha de importantes personajes, pudieron reconocerse grupos de músicas o artistas españoles importantes como "Fran Perea" o "el sueño de Morfeo", pero pienso que su final dejó un mal sabor de boca.
La última temporada sobró porque no supimos exactamente como acabaría Curro y además, ni dio tiempo a que se desarrollaran los nuevos personajes, Elena (Lydia Bosch) y su hija Luna (Dafne Fernández). La verdad es que supieron hacer una serie parecida a "Médico de familia", pero adaptándola al siglo XXI. Bueno, nada más, espero que os haya gustado esta entrada, un saludo.