Desde que leí "el último catón" de la escritora española Matilde Asensi, empecé a aficionarme a los libros de historia y sabiendo el presupuesto y del tiempo que disponía en verano, quería leer un libro más y al ver uno de historia llamado "la caída de los gigantes" y sobre la 1º guerra mundial, pensé que sería una buena oportunidad para disfrutar de una lectura apasionante.
Mis expectativas fueron acordes a la realidad porque me resultó un libro interesante y ameno a pesar de ser largo porque se contaba la historia de modo más informal mezclando a personajes históricos como el ex presidente norteamericano Wilson, a líderes revolucionarios como Lenin o al antiguo rey británico Jorge V junto a otros creados, concretamente cinco familias que viven la I guerra mundial de distintos modos.
Las cinco familias son las siguientes, los Williams son unos galeses que están vinculados a las minas, sobretodo el hijo pequeño, Billy, empezó a trabajar en la mina de Aberowen a sus 13 años y allí se dio cuenta del mal trato que sufrían trabajadores por la incompetencia de los burgesues, los Fitzherbert, que son una familia inglesa perteneciente a la nobleza en la que hay un conde, "Fitz" que a pesar de estar casado con la princesa rusa, Bea, era un mujeriego y dejó embarazada a la hija de los Williams, es decir, Ethel. Ella pasó de ser jefa de llaves a ser una de las principales portavoces de la gente que empezó a luchar por el derecho a voto de la mujer junto a otra Fitzherbert, Lady Maud, que tendrá relación con la familia Von Ulrich porque tendrá una relación secreta con el jóven espía Walter, ya que su padre Otto y los altos cargos ingleses no veían con buenos ojos una relación amorosa entre alemanes e ingleses por conflictos diplomáticos entre estos países.
También aparece una familia rusa, concretamente, los hermanos Grigori y Lev que son unos buscavidas que sufrieron el oscuro y represivo mundo de los zar rusos que acabó en una revolución porque por fin el pueblo ruso se enfrentó con éxito a los zares. Por último, también hay familias americanas, concretamente, Gus Dewar, el máximo ayudante del presidente Wilson que muestra como una potencia mundial como Estados Unidos quiere ser diplomática hasta que la avaricia rompe el saco.
En definitiva, creo que es una buena forma de aprender historia porque la explican de modo informal y como si de una novela se tratase porque los personajes de las principales naciones son tratadas como si fueran una persona con inquietudes y sentimientos y no nos los venden como en el instituto, es decir, como personajes que parecen sacados de la ficción.
Sin duda, creo que el siglo XX ha sido una época intensa, recuerden que están las dos guerras mundiales, la guerra fría y alguna dictadura suelta, revoluciones y asesinatos a presidentes y eso hace que sea un tema para hacer libros espectaculares como los de Ken Follet. Creo que leeré más libros de este escocés porque sus historias son intensas, largas e impredecibles y bueno, le pongo un 10.
Espero que os haya gustado esta entrada y pronto tendréis más libros sobre este artista, un saludo.