Capítulo 51: "Disfruta el momento"

Las últimas semanas de septiembre han sido confusas para Armando. Era consciente de que había perdido a su novia por su desastroso comportamiento. Es cierto que la vida sigue, pero Armando no se daba por vencido, ya que se autoconvenció de que si Saúl a pesar de haberle engañado con otra chica, le perdonó, ¿por qué no podía le podía ocurrir a él?
Optó por fingir que estaba más pletórico que Soraya Sáez de Santamaría en el debate electoral, por lo que ideó un plan perfecto para demostrar los progresos en su vida como empezar un Grado Superior de Telecomunicaciones en el instituto Los Salesianos y amplió su actividad en el gimnasio con spinning junto con pesas, cardio y fondo de brazos. Se sentía realizado, lo que dio paso a subir imágenes junto con frases orgullosas como: "motivación a tope", "vida sana" o "a por todas, si se puede".
Ainara conocía perfectamente a su ex-novio, por tanto, intuyó que su actividad frenética en las redes sociales indicaba que ocultaba su frustración. Decidió chatear por Instagram para tantearlo y además de ofrecer su amistad, ya que tenía la conciencia intranquila por haber jugado como un gato con un ovillo de lana con los sentimientos de esas dos personas. Así que, pasó rápidamente los apuntes de economía y fue a ello.
- Hola, ¿qué tal?-le preguntó tímidamente.
- Pues muy ocupado haciendo unos ejercicios de robótica que tengo que entregar mañana - respondió sorprendido con el fin de restregarle su nueva vida.
- Eso está bien, se ve que te gusta el grado -dijo con cuidado al notar su hostilidad.
- Si, estar entretenido hace que te despejes -añadió ante su agobio por la situación.
- ¿No lo dirás por mí¿ -le preguntó aludida por su contestación.
Esa pregunta era tan obvia que ignoró responderle y dejó que se respondiera a sí misma. Ainara le expresó que era injusto argumentando que Carlos y ella eran amigos, por lo que ellos también podían serlo. Obviamente, el muchacho, le comunicó ofendido que no era lo mismo, ya que él era su ex, mientras que el otro chico era un mísero aspirante.
Armando dejó el mensaje en leído, apagó el móvil y siguió haciendo los deberes. Esto era el fin de su relación con mi prima. Dar amistad a alguien enamorado es como dar pan a quien tiene sed. Sabe cómo es Ainara y esa conversación le ha demostrado que tiene claro a quién quiere como novio y cómo amigo.
Dio un golpe en la mesa para canalizar su rabia ante la situación. Pensó que lo mejor para él era cambiar de grupo de amigos, es decir, dejar la pandilla actual en la que estaba Ainara y volver con su grupo anterior, del cual se fue por petición de ella, ya que eran mala influencia por su cambio de comportamiento radical, concretamente, por su pérdida de dinero en el Sportium que el PSG en fichajes, se bebía hasta el agua de los floreros y se comportaba como un acosador de chicas. Pensó que ella lo había manipulado para alejarse de ellos y que sus afirmaciones no eran ciertas.
Este mes no sólo fue distinto para él, también para mí, ya que les hice caso a mis padres al no alquilar un piso en Ciudad Real para ir y volver todos los días de la Universidad. Este hecho suponía tener mayor cansancio, ya que tocaba madrugar y volver a casa al anochecer.  Sin embargo, yo estaba satisfecho con el cambio, ya que pasaba de tener que aguantar las caras largas de Josué a ponerme tranquilamente por la noche a sacar apuntes, escribir en mi blog y hablar con Jade y Abel.
No obstante, el pasado siempre llamaba a la puerta. Estaba leyendo tranquilamente el Marca cuando en la estación cuando escuché voces que me resultaban familiares. Era Josué junto con sus amigos, entre ellos Ismael. Era evidente que el odio había nacido entre ambos, ya que a pesar de no saludar, miraban de arriba a abajo y se reían como si una foca estuviera pariendo para incomodarme. 
Ese ruido hecho aposta era muy agudo, irritante, exagerado y daba vergüenza ajena. Cuando estaba pasando por el control, tenía delante a ellos en grupo hablando con unas palabras clave que parecía que venían de otro planeta. Escuchaba cosas incomprensibles que estaban relacionadas con la universidad, profesores y Lol (League of Legends) como: "Juanra te farmea", "la ap y la ap hacen una ulti" o "haces carrito con el ancla y aparece Fedder".
En ese momento, decidí sentarme detrás de ellos para cotillear como si fuera un paparazzi. Hace unos días, empecé a escribir una novela en mi blog basada en historias que he vivido en mi época de estudiante. Quise escuchar algo interesante sobre sus vidas, pero lo único interesante que saqué que escuché fue como conseguir el rango oro en el Lol.
Sin embargo, escuché mi nombre en el vagón. Miré hacia atrás y se trataba de uno de mis compañeros de Magisterio, Jairo. Es un amigo de Vanessa que me permitió no estar marginado en mi primer año de carrera. Traté de romper el hielo diciendo: 
- ¿Qué tal?
- Todo bien, he estado con una profesora de prácticas.
Mis oídos están agradecidos por poder estar en una conversación provechosa, ya que me interesaba porque en un futuro estaría haciendo prácticas. Así que: le pregunté de manera interesada:
- ¿En qué colegio estás y qué tal tu primera experiencia cómo profesor?
- Estoy en Ramón y Cajal. Pues bien, pero tuve que darles cuatro voces a los niños. Cuando fui a dar la primera clase a los niños de sexto, empezaron a tirarme bolas -respondió orgulloso por haber superado su primer obstáculo en su primera experiencia docente.
Jairo, recordando que me vio con Josué, se moría de curiosidad por la trama que había entre ellos, por lo que me preguntó:
- ¿Qué hacías con Josué después de todo lo que le has hecho a Vanessa?
Analicé la pregunta para aclarar las dudas y contesté:
- No me junto con él, sólo estaba cotilleando. ¿Me he perdido algo?
Sorprendido por la respuesta, me comentó:
- Josué y Vanessa cortaron.