Ayer se confirmó la retirada de uno de los mejores delanteros que ha dado el siglo XXI, el camerunés Samuel Eto´o. Ha colgado las botas a sus 37 años con su deseo cumplido: trabajar como un negro para vivir como un blanco.
Sin duda, estamos ante un delantero que marcó una época en el mejor F.C. Barcelona. Este hecho retrata al paupérrimo trato que realiza el Real Madrid con su cantera. Samuel no forma parte del grupo de excepciones que rompen la regla.
Demostró sus aptitudes en el Leganés, pero siguieron sin ser suficientes. El Espanyol fue el siguiente destino en su etapa de cesiones. Vivió el esperpento en forma de apoyo técnico en la ciudad condal, ya que Brindisi apostó por usar su velocidad y resistencia en calidad de lateral.
Aún así, sus actuaciones fueron escasas. Volvió el año en el que se ganó la Octava. El pastizal invertido por Anelka que fue inversamente proporcional a su profesionalidad retratan el escaso trato por la cantera. Ambos tenían la misma edad y en vez de encontrar el fichaje dentro de la casa, se invierte desmesuradamente en alguien que fracasó.
Una vez ganada la Champions, lejos de darle la oportunidad, fue cedido por enésima vez al Mallorca de Luis Aragonés. "El abuelo" le bajó los humos y permitió que el camerunés volara a base de goles. El propio Real Madrid galáctico se convirtió en su víctima favorita.
Ni siquiera ese salto de calidad fue suficiente para recalar en el staff galáctico. Llegamos al verano de 2004 y Florentino quiso tener a Roberto Carlos, Walter Samuel y Ronaldo como extracomunitarios. Por lo tanto, repescó a Morientes e invirtió en Owen. La respuesta de Eto´o fue contundente, recaló en las filas de un Barça que había recuperado el cruyffismo. Posteriormente, ayudó enormemente en la vuelta del conjunto blaugrana a la gloria.
Quiénes ya me leen, conocen que mi faceta de articulista se basa en explicar la necesidad de conocer la historia para aprender de los errores del pasado. Es cierto que la ambición de Samuel derrochaba toxicidad y así lo demostró durante sus primeras tomas de contacto con Luis Aragonés, pero la hipocresía vuelve a imperar en el club blanco si recabamos en la hemeroteca.
La disciplina de Guti brillaba por su ausencia y la actitud macarra de Raúl Bravo fueron perdonadas durante más de un lustro. Además, el ejemplar Raúl González tuvo unos inicios demasiado fiesteros, y se le dio la oportunidad de rectificar gracias a la intervención de su mentor, Jorge Valdano.
De este modo, queda demostrado que se necesita a una persona como Jorge que no solamente sea capaz de apostar por él independientemente de su edad, sino que tenga la suficiente personalidad de entrar en razón a dichos jugadores.
Por lo tanto, he de aquí la búsqueda de alguien que trabaje en base a la meritocracia y que tenga la autoridad profesional y moral de corregir a sus pupilos. Entonces, la incorporación de Rodrygo al Castilla debe ser un aliciente para un Raúl que debe emular a su mentor. Además, la directiva debe tener mil ojos a la hora de planificar la plantilla. Ningún aficionado querría dejar escapar a Kubo si su labor en el Mallorca se topa con figuras galácticas que buscan lucirse de cara a la galería.