España debe reflejarse en Serbia y Francia

La victoria de la selección española ante Italia asegura su pase a cuartos, pero sigue alimentando envidias hacia otros combinados que muestran su contundencia bajo el aro.

Cómo diría un sabio llamado Luis Aragonés, “hay que ganar por lo civil o por lo criminal”. Esta frase la tenían a fuego los aficionados españoles que se dieron cita para presenciar el encuentro entre España e Italia.

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Una derrota de los hombres de Scariolo suponía estar obligado a vencer a la todopoderosa Serbia y rezar para que Puerto Rico derrotara a los trasalpinos.
Además, las sensaciones mostradas ante Irán y Túnez no invitaban al optimismo. Ricky Rubio está abusando de acciones individuales, se abusa del tiro de tres y la máxima concentración solamente aviva cuando el agua aprieta.
Había defensores del propio Scariolo que apuntaban a torneos con empanadas mentales de inicio que tuvieron un final bañado en oro. 
Sin embargo, las sensaciones invitaban al pesimismo. Uno se tiraba de los pelos al ver como se ganó por escaso margen en la primera fase ante rivales considerablemente inferiores.
Es cierto que la competencia se está incrementando, pero la falta de intensidad se hace evidente. El pesimismo se incrementó en el primer cuarto de partido cuando no había margen de reacción.
Los excelentes marcajes de Juancho y de Claver detenían los ataques de Belinelli y Galinari. Sin embargo, no existía precisión en ataque, ya que el alocamiento se apoderaba sobre la coherencia.
Tan solo los tiempos muertos daban los arreones suficientes para asegurar el triunfo. La puntilla la dio un Marc Gasol que es la sombra de su versión ganadora en Toronto. Finalmente, una canasta rocambolesca dio suficiente alivio para que el equipo asegurase el pase a cuartos.
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Es cierto que el equipo sigue traspasando obstáculos, pero las dudas dejan de disiparse. Alrededor existen selecciones como Francia o Serbia que arrasan a todo rival que intenta toser su imbatibilidad.
Hay voces que aclaman que es necesario no relucir sus virtudes en partidos “menos” importante. En mi humilde opinión, la profesionalidad y el ejemplo debe darse en todo encuentro. Una prueba de ello es el impecable torneo que realizó la España de 2006 liderada por Pepu Hernández. 
Aquel fue el año en el que los chicos de oro despegaron, pero las ganas se mantuvieron intactas. Y resulta complicado que le buscaran los puntos débiles, ya que no han parado de ganar medallas.
Esperemos que se aprenda de la historia para que esta generación de oro híbrida siga incrementando éxitos. La furia del dragón está en fuego. 
Fuente: Twitter oficial de @BaloncestoESP
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