A sus 35 años, Fernando Torres ha anunciado su retirada profesional después de haber estado casi dos décadas galopando en los mejores estadios del planeta fútbol.
Fernando Torres ha sido, es y será "el niño" para todos los aficionados del fútbol español. La leyenda del delantero madrileño se inició en junio de 2001, justo cuando la ilusión colchonera brillaba por su ausencia. Salió a jugar en la segunda parte de un Albacete-Atlético a sus 17 años.
Desde ese momento, y de la mano de Luis Aragonés, Fernando Torres despuntó como goleador hasta niveles de ser uno de los jugadores más codiciados en el mercado europeo. De este modo, se vio obligado a anteponer su futuro profesional a sus amores rojiblancos.
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Sin embargo, no cerró su vuelta al Atlético de Madrid. Una prueba de ello es que dijo en su despedida como rojiblanco señaló que volvería al club de sus amores si su club volviera a ser grande.
De este modo, de 2007 a 2015, el Atlético volvió a saborear al valor de la victoria. Mientras tanto, Torres demostraba sus capacidades en Liverpool, Chelsea y Milán mientras marcaba goles mágicos con la selección española (el de la final de la Eurocopa 2008).
No obstante, su rendimiento se había visto en decadencia por lesiones. O bueno, también por que quizás no era el jugador tan extraterrestre que vendía la prensa. De este modo, a los 31 años volvió al Atlético de Madrid. Eso sí, le tocó asumir un rol de suplente. Lo cumplió a la perfección en la era Simeone hasta los 34 años. En ese momento, decidió irse a Japón para cerrar su trayectoria profesional.
Sin duda, su trayectoria profesional de 18 años ha sido fructuosa, pero cabe preguntarse lo siguiente: ¿ha triunfado Fernando Torres, o ha sido una eterna promesa? Pues en "mi humilde opinión", ha tenido una trayectoria profesional envidiable.
Para empezar, es un jugador muy bueno, pero no un crack mundial como Ronaldo, Messi o Zidane. Pero claro, la prensa lo ensalzó en exceso porque Fernando era la única esperanza a la que podía agarrarse la afición colchonera.
La realidad es que Fernando Torres se trata de un jugador con una arrancada tremenda que ayuda muchísimo en la presión. Esas cualidades ayudaban a que triunfara con entrenadores intensos. Una prueba de ello son entrenadores que tuvo como son Luis Aragonés, Cholo Simeone o Rafa Benítez.
Además, demostró profesionalidad anteponiendo sus estadísticas personales a los intereses del club. Por ejemplo, no le importó "hacer el trabajo sucio". Hizo lo propio con Villa en la selección, con Griezmann en el Atlético y con Drogba en el Chelsea.
Otro acto profesional poco valorado en la sociedad actual es que asumió su rol de su suplente en su segunda etapa como Atlético sin poner ningún pero. ¿Imagináis a Messi o a Sergio Ramos asumiendo roles secundarios sin rechistar?
En definitiva, no ha sido un jugador exquisito como Xavi, Iniesta o Silva, pero perfiles como el suyo ayudan a que los clubes tengan un plus de intensidad. Pero claro, en el fútbol actual se suele valorar poco el trabajo sin balón, aspecto que Torres bordaba.
Sin duda, jugadores como Fernando que mostraron fidelidad a un escudo y nobleza a cada uno de sus entrenadores no se valoran tanto como deberían. Ojalá se convierta en un ejemplo para las generaciones venideras de futbolistas.
FUENTE DE LA IMAGEN PRINCIPAL: Libertad Digital
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