David Beckham aterrizó en la Galaxia Blanca hace 16 años. De este modo, Florentino Pérez cubría al completo su staff mediático, ya que el inglés compartiría vestuario con Figo, Roberto Carlos, Zidane, Raúl y Ronaldo. El conjunto blanco venía de ganar la liga 2002/03, por lo tanto, aquella incorporación "aumentaría" la calidad de la plantilla.
Nada más lejos de la realidad, el equipo tiró la temporada a la basura en abril de 2004 y sufriendo severas humillaciones contra el Sevilla, Valencia, Valladolid, Mallorca, Real Sociedad o Murcia. Sin embargo, teniendo uno de las mejores estrellas del momento, ¿que circunstancias responden a ese fracaso?
A ver, David Beckham no fue a Madrid de turismo, el jugador inglés sudó la camiseta. Sería injusto catalogarlo de poco profesional. Sin embargo, es necesario destacar que Beckham no era el jugador idóneo para reforzar la plantilla madridista.
¿Y cómo podemos defender este argumento? Muy sencillo, el inglés jugaba por el costado derecho como centrocampista, posición que ocupaba Luis Figo junto a Guti y Zidane como creadores y Makélélé como destructor del juego.
Por lo tanto, había que recomponer el esquema. Beckham pasó a jugar por la derecha, Figo por la izquierda -posición en la que dio su peor rendimiento- y Zidane y Guti coparían la zona central del medio campo. Sin duda, el equipo era más creativo, pero pecaba de equilibrio táctico. ¿Cuáles fueron sus principales consecuencias? Derrotas contundentes ante rivales como Real Sociedad, Sevilla o Mónaco.
Además, para compensar el desembolso por el crack inglés, hubo que vender a la segunda unidad que compensaba el cansancio físico de los titulares, por lo que los Morientes, Mcmanaman, Geremi o Celades se vieron obligados a ver la puerta de salida.
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De este modo, suplentes de escasa calidad y figuritas descompensadas tácticamente provocaron una ruina deportiva del Real Madrid. Hasta 2011, el equipo de Concha Espina no vio luz al final del túnel.
Así que, el recordatorio de este fichaje debe suponer una lección para la dirección deportiva madridista. Fichar estrellas pueden reforzar tu potencial. No obstante, dichas incorporaciones deben establecerse siguiendo una finalidad futbolística.
¿Qué significa esto? Pues muy sencillo, no poblamos el equipo de delanteros, ignoramos a un centro del campo viciado y no damos oportunidades a las jóvenes promesas. Por lo tanto, Florentino Pérez debe ser cuidadoso en fichar jugadores egocéntricos como Neymar o Pogba.
Por lo tanto, la renovación iniciada este año resultará eficaz si las bajas son adecuados a los bajones físicos emergentes y las altas permiten que flamantes promesas puedan dar un paso al frente. No es difícil, pero la historia está para aprender de los errores del pasado. ¿Lo conseguirán?
FUENTE DE LA IMAGEN PRINCIPAL: Goal.com
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