Acaba de finalizar la carrera
inaugural del mundial de Moto GP en el desierto catarí y por segunda vez
consecutiva, Andrea Dovicioso se convierte en el primer líder de la
clasificación tras un trepidante duelo con el vigente campeón del mundo, Marc
Márquez, que cedió la segunda plaza por milésimas después de no haber
culminados los ataques que lanzó sobre el italiano en las vueltas finales.
Durante años anteriores, en “mi
humilde opinión”, Moto GP se había convertido en la mejor competición del
deporte motor por combinar calidad e igualdad y la cita de Catar no ha sido la
excepción al ver como 6 motos de 5 equipos y 4 marcas diferentes pujaban por el
puesto más alto del podio y para colmo, uno de ellos, se trataba de la Honda
satélite de Cal Crutchlow.
Sin embargo, la calidad y la
eficiencia de las monturas, en este caso, Ducati y Honda con Dovizioso y
Márquez respectivamente, acaban imponiéndose en los kilómetros finales a pesar
de la tremenda competitividad de las Suzuki de Rins y Mir.
En dicha puja por la victoria, el
italiano Andrea Dovizioso acabó haciendo que sonara el himno italiano en el
podio después de haber aprovechado las pasadas de frenada de Marc Márquez en
los ataques finales.
¿A qué pudo deberse esta victoria, solamente porque la diosa Fortuna
decide quién vence una prueba tan igualada o por la velocidad punta de la
Ducati? Pues no, es cierto que la marca italiana ha conseguido desarrollar la
mejor unidad de potencia que favorece su velocidad punta en la larga recta de
Losail, pero es necesario reconocer la cabeza fría de Andrea a la hora de
recibir ataques de Marc y las dos Suzuki y su gran habilidad a la hora de dibujar
las curvas que permitió provocar luchas internas por detrás mientras era líder
y por supuesto, forzar ataques de Marc y además, el de Cervera aguantó el tirón
de la Ducati en los metros finales antes de ver la bandera de cuadros
¿Qué lectura se puede sacar de esa carrera? Que Ducati está un paso
por delante de todos los equipos porque Dovi supo defenderse de sus rivales en
la zona revirada del trazado. No obstante, Márquez es el mejor piloto y no sólo
porque sus habilidades son mejores que las del italiano, sino porque su
paciencia y su capacidad de elegir el momento adecuado para darlo todo en la
pista son muestras de su madurez en su sexto año en la categoría reina.
La primera de las 19 etapas se la
ha llevado Andrea Dovizioso in extremis ante Márquez, pero la lucha por el
triunfo final no estará cerrada entre el español y el trasalpino porque Rins y
Mir representan la madurez del proyecto de Suzuki y Rossi, a pesar de entrar en
la cuarentena, sigue rindiendo a la altura de su talento. Es cierto que no
realiza salvajas como en sus inicios en Honda HRC, pero su remontada silenciosa
dice mucho de él. ¡Esto no ha hecho nada más que empezar! ¡Me gustan las motos!