La 33º edición de los Premios Goya tendrán lugar en la noche de hoy y serán presentados por el presentador Andreu Buenafuente y la actriz Silvia Abril. Una de las novedades de esta edición es que la gran fiesta del cine español tendrá lugar por segunda vez en su historia en la capital andaluza, es decir, Sevilla.
Hay tantos galardones cómo colores, sin embargo, el premio a la mejor película es el que más intriga causa en gran parte de los aficionados al cine español. Campeones y El reino son las producciones candidatas a saborear la gloria en el Palacio de Exposiciones y Congresos hispalense.
Desde "mi humilde opinión", ¿cuál de ellas merece dicho premio? La verdad es que resulta complicado decantarse por una película u otra. Ambas son la noche y el día porque Campeones está protagonizada por un actor prestigioso como es Javier Gutiérrez junto a otros compañeros como Juan Margallo mientras que el reparto de El Reino no tiene profesionales de la interpretación con tanto impacto mediático, ya que Nacho Fresneda y Ana Wagener son sus caras más conocidas.
Otra diferencia es que Campeones combina drama y comedia, mientras que El Reino plasma escenas dignas de los géneros dramáticos y thriller. Dentro de estas diferencias, tienen un factor común que les ha permitido superar a películas como Superlópez o El hombre que mató a Don Quijote que es su finalidad social.
¿Que objetivos tienen en común? No es otro que plasmar dos aspectos que son retratar elementos importantes de nuestra sociedad. Por una parte, Campeones representa la relación entre el deporte y las personas con discapacidad intelectual mientras que El reino ejemplifica las causas, consecuencias y el modo de sacar a la luz los escándalos de corrupción que azotan la democracia española.
Ante esta circunstancia, ¿quién merece llevarse el gato al agua? Pues ambas se lo merecerían, pero decantarse por una película o por otra es más complicado que responder si quieres más a papá o a mamá.
Por un lado, Campeones ha gozado de una excelente interpretación de sus personajes, una luminosidad espectacular y un repertorio musical que iban al ritmo de la trama. Si hubiera que señalar algún aspecto negativo, sería la previsibilidad de los acontecimientos.
Por otro lado, El Reino ha destacado por la incertidumbre a la hora de predecir el destino de su personaje principal, Manuel López (Antonio De la Torre) y los diálogos que permiten entender la ética putrefacta de muchos de los actuales políticos. Sin embargo, la luminosidad brillaba por su ausencia y la música no daba la sensación de hacernos sentir la tensión y los diferentes obstáculos peligrosos a los que se enfrentaba Manuel para lograr su objetivo.
En "mi humilde opinión", Campeones ha tenido más puntos a favor, pero la mayoría de ellos han tenido lugar en aspectos estéticos. Es cierto que el mensaje y sus enseñanzas fueron espectaculares, no menos que las de su película rival, pero El Reino merece levantar este codiciado premio por atreverse a destripar las piezas de una maquinaria perfecta como es la de un caso de corrupción. Sin duda, ha sido un reto totalmente diferente a las comedias románticas que tanto acostumbran los productores españoles y por tanto, son más fáciles de publicitar.