La victoria que logró Fernando Alonso en el día de ayer en las 24 horas de Daytona ha supuesto una nueva demostración del implacable estado de forma del propio asturiano y sobre cómo la Fórmula 1 es injusta con pilotos y con categorías que no tienen el valor mediático que se merecen.
¿Por qué sucede esto? Pues resulta que la Fórmula 1 está catalogada como la Champions League del automovilismo, mientras que otras categorías automovilísticas son valoradas como campeonatos de segunda clase, es decir, el imserso para pilotos que rozan la cuarentena.
¿Realmente merecen tener esta reputación? Bueno, hay gusto para todos, pero por normal general, es comprensible que atraigan más las carreras que duran menos de dos horas que otras 24 y para colmo, haya mayores y mejores recursos tecnológicos. Sin embargo, se han dejado de valorar otros aspectos cómo la competitividad y el reconocimiento del piloto depende del coche que piloten.
De este modo, Michael Schumacher es considerado cómo el mejor piloto de la historia por haber ganado siete títulos mundiales, pero se olvida que Sébastien Loeb tiene nueve títulos mundiales de rallies en su palmarés. Ante este panorama, es complicado decidir quien tiene mejores manos al volante puesto que la competencia que a la que se han enfrentado a lo largo de sus trayectorias deportivas siempre son diferentes y cada piloto tiene su punto fuerte en algún tipo de circuito.
Por lo tanto, puedes ser el amo y dios de la Fórmula 1, pero si decides afrontar la aventura de competir en Rally, Le Mans o IndyCar y no superas las expectativas, puedes olvidarte de ser el mejor piloto de la historia. Kimi Räikkönen es el ejemplo perfecto, ya que sigue dando gotas de calidad en la pista, pero su experiencia en el Campeonato Mundial de Rallies fue tan satisfactoria como la de un conductor novel con un vehículo de autoescuela.
¿Qué demuestra este hecho? Que no es mejor piloto quien más gana en una categoría, sino que sabe adaptarse a diferentes modalidades y lo además, gana. No obstante, no, no está bien visto dejar la Fórmula 1 por la IndyCar. Lewis Hamilton llegó a cuestionar el nivel de las 500 Millas de Indianápolis cuando Alonso se plantó en el reto de la triple corona.
¿Qué indicio provoca que la gente piense que el nivel de otras categorías es bajo? Pues porque no suelen probar pilotos mediáticos como Hamilton, Vettel o Verstappen, mientras que otros que no encuentran su hueco en la Fórmula 1 como Buemi, Vergne o Nasr, lo que les motiva a probar fortuna en otra modalidad automovilística.
Sin embargo, la pura realidad es que el suizo Buemi ha mostrado su verstatilidad dando un gran nivel en el WEC y en Fórmula E, lo que le ha permitido convertirse en una ficha demasiado cara para el equipo que se desprendió de él en Fórmula 1, Toro Rosso. Tampoco se duda del nivel de Heidfeld que ha sido consistente con V8 como con monoplazas eléctricos ni de Alexander Rossi que ha rendido tanto en su corta estancia de Fórmula 1 en Manor y en la IndyCar logrando ganar las 500 Millas en el año de su debut.
Creo que nadie puede dudar del talento de este último puesto que machacaba en la pista a Will Stevens en las pocas carreras que compartieron en Manor, mientras que ha habido otros pilotos de pago que no han dado el nivel en ninguna de las categorías en las que ha competido como Max Chilton en la IndyCar o el mexicano Esteban Gutiérrez en la misma Indy o en Fórmula E.
Por lo tanto, se puede concluir con que si Fernando Alonso sigue ganando carreras míticas y por supuesto, logra la triple corona, puede quedar proclamado como el mejor piloto de la historia al haber llegado a la excelencia con Fórmulas en circuitos cerrados y óvalos, con coches cerrados en resistencia y además, ¿quién sabe si en un futuro dando guerra en el Rally Dakar?
Esta aventura hace reflexionar muchas cosas. Por ejemplo, que la vida de un piloto no es como la de un futbolista profesional que termina a los 34-35 años y que ha habido pilotos, sobre todo españoles, concretamente el caso de Pedro Martínez De la Rosa que podría haber enfocado su trayectoria deportiva en otras categorías para demostrarle al mundo entero el talento que llevaba dentro mientras compaginaba sus labores como probador.
Pedro cometió ese error, pero otros como Javi Villa, Andy Souzek, Dani Juncadella o Javi Villa siguen dando guerra en este apasionante mundo de las cuatro ruedas. Por lo tanto, que no engañen a nadie diciendo que el futuro de la Fórmula 1 está negro sin Fernando Alonso.