Ayer fue un día histórico para el automovilismo español porque Fernando Alonso se retira de la Fórmula 1 a los 37 años. No sabe si será temporal o definitivo, pero el entorno del "Gran Circo" le ha organizado una despedida por todo lo alto.
Todo el mundo era consciente de que el día de mañana iba a llegar porque la trayectoria de un deportista no es eterna, ni siquiera para leyendas de otros deportes como Estiarte o Michael Jordan y porque Fernando vale mucho más que las últimas temporadas que ha realizado por sus pobres prestaciones.
Su valía la ha demostrado desde que debutó en 2001 con el equipo Minardi hasta este año que la ha luchado por estar entre los 10 primeros en la general con el segundo peor coche de la parrilla.
"Sólo" ha ganado dos Campeonatos del Mundo y uno de ellos fue contra el más grande, Michael Schumacher y aparece sólo entre comillas porque un bicampeonato está al alcance de pocos, pero su espectáculo y la falta de fortuna en momentos puntuales como el fatídico accidente de Spa 2012 o Abu Dhabi 2010 le privaron de más títulos.
Sin embargo, ha logrado muchas cosas que tienen mucho más valor que un tercer título. Ha logrado que la Fórmula 1, un deporte que antes era desconocido para la mayoría de los españoles, haya igualado los niveles de audiencia del fútbol, por lo que las gradas de Montmeló han pasado de estar teñidas de Rojo Ferrari a estar coloridas por la marea azul, y además, mucha gente pasó de descansar los domingos a madrugar a las 7 de la mañana para ver a un asturiano con ansia de victoria.
Su influencia ha cambiado los intereses y los sueños de mucha gente de mi generación, empezando con Carlos Sainz y terminando por mí.
Me van a perdonar, pero voy a escribir sobre mí. Mi amor por la Fórmula 1, por el deporte y por el periodismo empezó cuando vi a un asturiano ganar en el año 2005 y a un tal Antonio Lobato haciéndonos vibrar con sus retransmisiones.
Por ello, sólo me queda darle las gracias porque ahora estoy en la web SoyMotor en la que el director es ese hombre de Telecinco con las victorias del piloto asturiano.
Es todo un orgullo escribir sobre el posible último GP de Fernando para miles de españoles, me hubiera gustado más haber escrito sobre un posible tricampeonato, pero parece que el destino está escrito para que Alonso amplée su leyenda en otras categorías como el WEC o la IndyCar.
Mucha suerte campeón y mil gracias.