"Ola de crímenes" es la última película en cines que ha sido estrenada en la gran pantalla. El reparto de actores hacía presagiar excelentes interpretaciones, ya que los papeles iban a ser interpretados por Leyre (Maribel Verdú), Cosme (Luis Tosar); Susana (Juana Acosta), Vanessa (Paula Echevarría), Andoni (Antonio Resines), el taxista (Raúl Arévalo), el cura (Javier Cámara) y por jóvenes promesas del cine español como Miguel Bernardeu (Julen).
La protagonista es Leyre, mujer de clase acomodada y separada de Cosme. Su ex marido murió a consecuencia de un disparo de su hijo adolescente como fruto de un arrebato en una discusión familiar.
Esta fue la primera ficha que provocó un efecto dominó en la trama, ya que Susana y Vanessa (amante de Cosme) temían que esta muerte repentina provocara el destape de las tramas corruptelas, por lo que optaron por sobornar a un veterano comisario, Andoni, con el fin de quedar libres de culpa.
En este contexto, pudimos ver tramas cómicas, de intrigas y de sangre en el intento de cubrir culpables y/o acusar a otras personas. Por lo tanto, gran parte de las escenas estaban llenas de humor y de locura para representar la realidad.
Es cierto que el argumento era fácil de comprender, ya que las secuencias estaban basadas en cómo una madre que siempre había sido una mujer florero, removía Roma con Santiago para cubrir a su hijo ante una dupla de brujas abogadas mientras era deseada por Julen, un joven adolescente que tenía las hormonas revolucionadas.
A pesar de no tener dificultades para entender la trama, la película enseña las locuras que puede hacer una madre por un hijo, la maldad que puede arrastrar una persona con traje o cómo la lujuria y el amor pueden ir de la mano en los sentimientos de una hormona con patas.
Sin embargo, el exceso de fantasía y de humor absurdo, sobre todo a la hora de incluir personajes secundarios, han demostrado que la cineasta, Gracia Querejeta, no haya sabido plasmar un guión para tratar seriamente temas que están a la orden del día en la sociedad. Aun así, estaría bien que se lanzara una segunda parte porque sería interesante ver la continuidad de los personajes en el final predecible, pero rocambolesco en una sociedad como es la española.
En definitiva, la interpretación de los actores fue excelente porque clavaron el rol que desempeñaba cada personaje, la trama no estuvo a la altura de los ideales ofrecidos y el final anormal, pero que gran parte de los espectadores intuían, merecen una segunda parte.