Hoy es un día de luto para la música española porque ha muerto una de las mejores voces de soprano, Monserrat Caballé a los 85 años de edad en su ciudad natal, Barcelona. Alcanzó su máximo reconocimiento mundial cuando cantó con el vocal de Queen, Freddy Mercury en 1988 el tema musical "Barcelona" que finalmente fue designado como canción oficial de los Juegos Olímpicos de 1992.
Sin embargo, sería injusto recordar a esta pedazo de cantante solamente por el tema musical "Barcelona", porque ha luchado mucho para conseguir el prestigio logrado. Para empezar, nació en plena República y vivió en sus carnes el cruel periodo de postguerra.
La precariedad económica le obligó a compaginar sus inicios en la música en el Conservatorio de Liceo de Barcelona con trabajos en industrias textiles hasta que en 1950, un industrial patrocinó su carrera a tiempo completo.
Acabó sus estudios musicales en 1954 y se desmayó el día de la ceremonia perdió el conocimiento por la emoción del acto. Un año más tarde, cocncretamente el 27 de junio de 1955, debutó en el Teatro Principal de Valencia. Interpretó a Servina de "La serva padrona".
Su prestigio nacional continúo en diversas ciudades españolas, pero su debut oficial en el teatro de su ciudad, el Liceo de Barcelona, tuvo lugar en 1962, concretamente el día después de los Reyes Magos. Hizo el papel de Arabella de Richard Strauss. Dos años más tardé, volvió a la ciudad condal para representar "Madame Butterfly" con el tenor aragonés Bernabé Martí, persona con la que se casó.
Su éxito en los teatros hizo que empezara a mostrar sus dotes musicales en los mejores teatros americanos. Allí Monserrat logró el prestigio mundial que ha mantenido hasta el final de sus días. Su mejor actuación tuvo lugar el 20 de abril de 1965 en la ciudad estadounidense de Nueva York.
Tuvo que sustituir a Marilyn Horne en la obra "Lucrecia Borgia" y su actuación tan buena que hicieron que diera el salto a los mejores teatros del mundo como la Scala de Milán, el Staatsoper de Viena o el Teatro Ópera de Buenos Aires para formar parte de obras musicales como "La Traviata" de Verdi o "Cossì tan futte" de Mozart.
A pesar de haber viajado por todo el mundo, nunca se desvinculó de Barcelona y del teatro que le vio hacerse una soprano de categoría mundial, el Liceo. Por ello, no dudó en donar una cantidad considerable de dinero cuando fue destruido en 1994.
Su vida musical no solamente estuvo vinculado a la ópera, ya que además de haber cantado "Barcelona" con Freddy, grabó "la violetera" con mi paisana manchega Sara Montiel y cantó el tema "Hijo de la Luna" en el programa de Televisión Española"Los primeros del año", lo que le dio muchos premios, entre los que destaca el "Premio Princesa de las Artes" en 1991.
Con la llegada del siglo XXI, Monserrat empezó a sufrir problemas fiscales con Hacienda y de salud, ya que sufrió un ictus en octubre de 2012 cuando estaba de gira musical en Rusia. Aún así, no dejó de actuar, ya que realizó el anuncio de la lotería Navidad de 2013 con artistas de prestigio como Bustamante, Raphael, Marta Sánchez y la Niña Pastor y realizó actuaciones esporádicas con su hija Monserrat Martí, siendo la última de ellas el 20 de agosto de 2014 en el Festival de Música de Cambrills.
Finalmente, nuestra última diva cerró los ojos para siempre un 6 de octubre de 2018 en el Hospital barcelonés de Sant Pau por problemas en la vesícula. No sabemos si volveremos a ver a una soprana mejor o peor que ella, pero estoy totalmente seguro que no volveré a tener los pelos de punta al escuchar su voz en actuaciones como la "Barcelona" o "Hijo de la Luna".
Sin embargo, sería injusto recordar a esta pedazo de cantante solamente por el tema musical "Barcelona", porque ha luchado mucho para conseguir el prestigio logrado. Para empezar, nació en plena República y vivió en sus carnes el cruel periodo de postguerra.
La precariedad económica le obligó a compaginar sus inicios en la música en el Conservatorio de Liceo de Barcelona con trabajos en industrias textiles hasta que en 1950, un industrial patrocinó su carrera a tiempo completo.
Acabó sus estudios musicales en 1954 y se desmayó el día de la ceremonia perdió el conocimiento por la emoción del acto. Un año más tarde, cocncretamente el 27 de junio de 1955, debutó en el Teatro Principal de Valencia. Interpretó a Servina de "La serva padrona".
Su prestigio nacional continúo en diversas ciudades españolas, pero su debut oficial en el teatro de su ciudad, el Liceo de Barcelona, tuvo lugar en 1962, concretamente el día después de los Reyes Magos. Hizo el papel de Arabella de Richard Strauss. Dos años más tardé, volvió a la ciudad condal para representar "Madame Butterfly" con el tenor aragonés Bernabé Martí, persona con la que se casó.
Su éxito en los teatros hizo que empezara a mostrar sus dotes musicales en los mejores teatros americanos. Allí Monserrat logró el prestigio mundial que ha mantenido hasta el final de sus días. Su mejor actuación tuvo lugar el 20 de abril de 1965 en la ciudad estadounidense de Nueva York.
Tuvo que sustituir a Marilyn Horne en la obra "Lucrecia Borgia" y su actuación tan buena que hicieron que diera el salto a los mejores teatros del mundo como la Scala de Milán, el Staatsoper de Viena o el Teatro Ópera de Buenos Aires para formar parte de obras musicales como "La Traviata" de Verdi o "Cossì tan futte" de Mozart.
A pesar de haber viajado por todo el mundo, nunca se desvinculó de Barcelona y del teatro que le vio hacerse una soprano de categoría mundial, el Liceo. Por ello, no dudó en donar una cantidad considerable de dinero cuando fue destruido en 1994.
Su vida musical no solamente estuvo vinculado a la ópera, ya que además de haber cantado "Barcelona" con Freddy, grabó "la violetera" con mi paisana manchega Sara Montiel y cantó el tema "Hijo de la Luna" en el programa de Televisión Española"Los primeros del año", lo que le dio muchos premios, entre los que destaca el "Premio Princesa de las Artes" en 1991.
Con la llegada del siglo XXI, Monserrat empezó a sufrir problemas fiscales con Hacienda y de salud, ya que sufrió un ictus en octubre de 2012 cuando estaba de gira musical en Rusia. Aún así, no dejó de actuar, ya que realizó el anuncio de la lotería Navidad de 2013 con artistas de prestigio como Bustamante, Raphael, Marta Sánchez y la Niña Pastor y realizó actuaciones esporádicas con su hija Monserrat Martí, siendo la última de ellas el 20 de agosto de 2014 en el Festival de Música de Cambrills.
Finalmente, nuestra última diva cerró los ojos para siempre un 6 de octubre de 2018 en el Hospital barcelonés de Sant Pau por problemas en la vesícula. No sabemos si volveremos a ver a una soprana mejor o peor que ella, pero estoy totalmente seguro que no volveré a tener los pelos de punta al escuchar su voz en actuaciones como la "Barcelona" o "Hijo de la Luna".