Llevo dos años y medio escribiendo en este blog y cinco meses siendo conocido en mi ciudad por periodistas, deportistas, profesores, artistas y escritores. De este modo, he podido hacer críticas literarias, tomar cafés y hacer entrevistas a gente relacionada con el mundo de las letras y el deporte.
Al principio, pensé que iba a tratar con gente poco dotada en su especialidad, ya que pensaba lo siguiente: "si solo han destacado en los ámbitos provincial o regional, será que no son tendrán el talento de escritores como Julia Navarro, periodistas como Antonio Lobato, docentes como David Calle o artistas como los triunfitos de 2018 que están en el primer plano del mundo musical.
Sin embargo, después de haberme documentado para la elaboración de artículos o para saber más sobre mi ciudad, soy consciente de que tenemos un potencial tremendo, pero no se valora como se merece.
¿Cuáles son los casos en los que he podido ver esta tendencia?, pues en casi todas las personas que he podido conocer. De este ambiente, la persona con la que he tengo más relación es con el docente y escritor Ramón Aguirre. Sin duda, es el claro ejemplo de no vive de su pasión, la literatura, por estar en el lugar equivocado.
Es cierto que soy un inexperto en todos los ámbitos que estoy trabajando, pero he presenciado poca diferencia entre lo poquito que he leído de poetas triunfadores de la generación del 27 y en el libro En el límite del silencio de Ramón Aguirre, ya que en ambos prima la abundancia de vocabulario y la dificultad de entender el mensaje de lo escrito.
Esta tendencia se puede ver con más claridad en escritores dedicados a historiar o a hacer novelas basadas en una época determinada. Me refiero a Luis Pizarro y a Manuel Valero. El esplendor y la ira de Manuel y Fútbol y sociedad en Puertollano en el siglo XX de Luis han sido dos obras de artes porque ambos han vinculado la historia con una novela y con el deporte como si estuviéramos viendo "Cuéntame como pasó" o "Informe Robinson", ya que el estilo y su forma son dignas de profesionales.
Esta tendencia se puede ver con más claridad en escritores dedicados a historiar o a hacer novelas basadas en una época determinada. Me refiero a Luis Pizarro y a Manuel Valero. El esplendor y la ira de Manuel y Fútbol y sociedad en Puertollano en el siglo XX de Luis han sido dos obras de artes
Solo he escrito sobre estas personas, ya que no he tenido la oportunidad de leer ni de conversar con actrices como Esther Acevedo, historiadores como Modesto Arias o escritores como el célebre Eduardo Egido.
En definitiva, esta situación es preocupante porque habrá gente que deberá irse fuera de Puertollano para explotar sus cualidades en otro sitio que se le valore mientras dejamos la ciudad huérfana de talentos. Por tanto, firmo lo que declaró Silvia Nogales cuando la entrevisté: "El amor a la música y la cultura es algo que se tiene que conseguir desde el colegio porque si no se enseña a amar la cultura, quitando peso a asignaturas artísticas, la gente no va a valorar algo que no conocer".
Bueno, espero que os haya gustado esta entrada, un saludo.