Este domingo, la Liga española será el centro de atención porque se disputará el clásico entre el Barça y el Real Madrid. Sinceramente, me hubiera gustado que el sorteo hubiera ubicado este partido en las últimas jornadas de liga porque el desenlace del campeonato tendría más emoción.
No obstante, el encuentro ha llegado en un gran momento si observamos la tremenda igualdad de este campeonato en sus primeras jornadas puesto que hay cuatro diferencias entre los siete primeros. Además, el líder es el F.C. Barcelona con 18 puntos y el séptimo lugar lo ocupa el Real Madrid con 14 partidos.
Esta situación se ha dado a consecuencia de este paupérrimo mes del conjunto blanco. Ha cosechado tres derrotas en los cuatro últimos encuentros y solo ha marcado un gol. De este modo, Julen Lopetegui puede ser despedido en unos días si continúa la mala racha.
A priori, el panorama indica que el Real Madrid es víctima de una propicia goleada como la que ha sufrido en estos últimos años en el Santiago Bernabéu. La mala racha de resultados, la falta de concentración en los primeros minutos y la falta de acierto goleador provocan que el F.C. Barcelona sea favorito.
Aunque el conjunto blanco está en horas bajas, nunca puedes darlo por muerto. Es más, un Real Madrid hundido es mucho más peligroso que cuando está en su mejor momento. Para empezar, los jugadores están a muerte con el entrenador y van a poner la carne en el asador para que se quede.
En segundo lugar, este equipo siempre se ha levantado y cuando les han ninguneado, ha respondido con una contundencia digna de los equipos grandes. La prensa pensaba que el equipo blanco iba a ser goleado en el clásico disputado hace dos años cuando homenajearon a Cruyff o que el PSG iba a eliminarlos de la Liga de Campeones, pero vencieron contra todo pronóstico.
Aun así, no solo se debe tener una mentalidad competitiva para ganar al gran rival. El F.C. Barcelona lidera la tabla en solitario, es cierto que no está en su mejor momento porque ha dejado escapar puntos ante equipos como el Girona o el Leganés y que Messi se perderá el partido por lesión, pero tiene las virtudes necesarias para ganar al Real Madrid sin despeinarse.
El club blaugrana no despliega el fútbol exquisito de sus años gloriosos, pero mantiene la solidez defensiva gracias a la gran labor de Ter Stegen en la portería y la efectividad de Dembelé y Coutinho de cara a puerta cuando los rivales tienen desajustes defensivos le dejan líder. Un ejemplo de ello es el partido ante la Real Sociedad.
De este modo, la concentración en defensa, sobre todo en los primeros minutos y el acierto goleador son fundamentales para que los jugadores merengues eviten la destitución de Lopetegui. El primer aspecto es fácil de mejorar, pero el segundo es complicado porque falta un jugador que tenía la efectividad goleadora de Cristiano Ronaldo, ya que Benzemá y Mariano no están acertados y Bale sigue sufriendo las lesiones.