Cuando mi prima respondió, nos saludamos todos, bueno, ellas no dijeron nada a Miriam y le miraron de arriba a abajo, como si hubieran hecho una radiografía. Ella se sintió incómoda, pero aguantó la mirada, estaba acostumbrada a que todo el mundo le mirara dos veces antes de hablarle, así que, no se iba a quedar callada si le miraban con desprecio.
Después de haber visto que había una nueva persona en la pandilla, nos preguntaron que tal, nosotros dijimos "bien", pero sin mucho entusiasmo. Nos quedamos unos minutos callados, Marina tenía ganas de decirnos cuatro cosas, entre ellas que habíamos sido unos falsos por no haberles dicho a la cara que no queríamos salir con ellos, sino mediante Javier. Por tanto, cuando vio que podría haber bronca, dijo: "venga chicos, vamos a cenar".
Al irse, yo fui consciente de que las formas no fueron adecuadas, había que decirlo frente a frente y en persona porque luego yo era el primero en quejarme de que meter intermediarios. Pero bueno, eso ya estaba hecho y no había vuelta atrás. Nos acomodamos en los sillones y pedimos las pizzas. Mientras tanto, comentábamos el partido y había diversidad de opiniones, yo dije: "a mi me gustaría que ganara Alemania".
Jade, que casi siempre me llevaba la contraria, me sorprendió al decir: "yo prefiero a Alemania, son muy disciplinados, los italianos son muy marrulleros. Miriam, que estuvo callada salvo cuando quedamos Jade y yo a solas, dijo: " pienso lo mismo".
Abel, que quería que ganara Alemania porque era una selección competitiva y además juega bien al fútbol, pero claro, tenía ganas de conocer a Miriam. Siempre que una chica viene al grupo, intentaba ligar con ella y uno de los temas que les gustan a los dos es el fútbol, así que, tenía que provocar el debate, por lo que dijo: "yo prefiero a Italia, me encanta su defensa, España no tiene su físico ni de coña, así nos han echado de la Eurocopa".
Sin embargo, no hubo cabida para el debate porque Luis se metió en la conversación y dijo: "pues yo prefiero a Italia, porque le ganó a España y así se nos ha quitado la tontería y además, no me gusta Alemania. Que mal me caen. Viva Italia". Para demostrarlo, sacó el móvil y puso el himno italiano y empezó a cantarlo. Nosotros pasamos de su interpretación y vimos que jugadores saldrían a por la victoria, ya que estábamos acostumbrados a sus shows.
Sin embargo, Miriam estaba alucinando con los dotes musicales de Luis porque estaba viendo a un muchacho que tenía un comportamiento totalmente diferente al mostrado en sus años de instituto puesto que siempre estaba repasando a todas horas en Bachillerato. En ese momento, le dije: "¿Has visto Miriam?, tenía razón, Luis es totalmente diferente en el grupo y ya lo verás cuando vayamos al Karaoke".
Cuando cenamos, tomamos un helado en la famosa heladería llamada "Helados Romero", echamos unos futbolines y finalmente, Miriam pudo ver por primera vez una exhibicion de Luis cantando Raphael o recitando "caballito de palo". La quedada estuvo genial y todos sacamos la misma conclusión: si el grupo solo estuviera formado por quienes salimos aquel día, tendríamos quedadas tranquilas y divertidas.
Sin embargo, las circunstancias entre Amanda, Marina, Ainara y Javier eran diferentes. Mi prima seguía quedando a solas con Armando y Carlos como si fuera una tronista del programa español "Mujeres y hombres y viceversa", pero Javier quería ligar con Amanda.
Seguía sin creer que Amanda lo estaba utilizando para darle celos a su ex novio, pero bueno, su ignorancia era sinónimo de tener a alguien que quería y más aún, cuando Amanda le seguía el juego, ya que Javier le dijo: "cuando nos veamos, te daré un buen masaje". Segundos después, la chica le dijo por Whatsapp: "mmm, interesante, tiene que estar bien.
Javier estaba eufórico. Sentía que iba a encontrar a alguien que podría ofrecerle el amor que no había recibido con anterioridad. Empezó a recordar su primer beso con Ana, su primer beso, la conexión que tenía con ella y como tuvo que dejarla porque no soportaba la distancia, aunque ella vivía en Madrid y con Paloma, una chica con la que se besaba en el Paseo de San Gregorio, pero su relación solo con ella solo se basó en el intercambio de babas porque ella nunca quiso quedar más con él.
Esa experiencia había provocado seguridad en Javier, por tanto, decidió hablar con Armando, que al estar intentando reconquistar a Ainara, algo sabría sobre Amanda, por lo que le llamó y le contó todo. Cuando Armando lo escuchó todo, no daba crédito a lo que dijo Javier, por lo que dijo pensando en voz alta: "ostias, que Javier le quiere dar unos masajes a Amanda". Pensaba que estaba hablando solo, pero las mujeres tienen un gran oído, por tanto, Marina se recorrió todo el pub "El Zafiro y pregunto: Armando, ¿me puedes explicar ese masaje, por favor?