Actualmente, en España, se tiende a relacionar la condición sexual de alguien con una determinada ideología o partido político. Digo esto porque vivo en un país en el que si eres gay, estás obligado a ser de izquierda y como seas de derecha, te insultan con comentarios homófogos. ¿Muy absurdo verdad? Pues todo esto empezó hace más de una década, concretamente en 2005, cuando el ex presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, aprobó la ley de matrimonio homosexual, haciendo que el gobierno socialista tuviera el honor de ser el tercer país del mundo en aprobarla.
Este hecho provocó que la oposición derechista, es decir, la antigua dirección del Partido Popular que formó parte del gobierno de Aznar, la conferencia episcopal y otros grupos ultracatólicos como "Hazte oír" se manifestaron en contra de esta ley, concretamente de llamar "matrimonio" a esta unión civil entre homosexuales. Llegaron hasta el punto de reclamar la ley ante el tribunal Constitucional, pero el recurso resultó ser un fracaso.
Desde aquel año hasta ahora, se ha considerado al Partido Popular como una asociación política homófoga y se exige al colectivo gay que voten a la izquierda, y ojo, solamante, porque Zapatero aprobó la ley de matrimonio homosexual.
Vamos a ver, jóvenes izquierdistas sectarios, es alucinante que critiquéis a un gay que no vote al PSOE solamente por aprobar dicha ley, siendo lo único positivo que hizo el gobierno de Zapatero en 7 años de legislatura y se ignoren sus políticas económicas basadas en un excesivo gasto público que aumentaría el déficit y se considere normal votar a Podemos, un partido que recibe dinero de países como Venezuela o Irán en los que se prohíbe que los homosexuales se saquen sangre o peor aún, son colgados por una grúa.
Otro aspecto que me irrita es que nunca se le perdone al PP su oposición a esta ley hace más de 10 años, y sabiendo que la cúpula de dicho partido no es la de ahora y sobretodo, que TODOS los partidos evolucionan.
En primer lugar, el PSOE y sobretodo, la izquierda no han sido los defensores de los derechos del colectivo gay. Para empezar, los pioneros del comunismo, Marx y Engels, consideraron al matrimonio homosexual como una "degeneración fomentada por el capitalismo, que podía ser curada por el socialismo". Posteriormente, en la Rusa comunista, lo que parecía ser época de libertad paso a ser un periodo de tiempo en el que se encerraba a gais en gulags a -40 grados.
Ya en los años 50-60, apareció un revolucionario amado por la izquierda más radical llamado Ernesto el " Che" Guevara que dejó frases homófogas como "el trabajo os hará hombres". Que gran idea la de alabar a una persona homófoga, que trataba a los negros como la mierda y le gustaba matar.
Décadas más tarde, llegó la democracia en España, lo que permitió el ascenso de Enrique Tierno Galván a la alcaldía de Madrid, profesor universitario socialista, que consideró a la homosexualidad como una " desviación del instinto bastante extendida". Mientras tanto, Adolfo Suárez, político de centro-derecha, eliminó a los homosexuales de la ley "de vagos y maleantes".
Ya en pleno siglo XXI, el PP ha rectificado su postura con respecto al año 2005. En primer lugar, si son tan homófogos no hubieran derogado la ley en el congreso por mayoría, no sería un partido con mucha gente gay afiliada y no hubieran adoptado medidas a favor del colectivo. Por ejemplo, en Extremadura, bajo el gobierno de José Antonio Monago, se aprobó un régimen de sanciones por la discriminación sexual o un sistema de atención sanitaria a personas transexuales.
La pregunta es: ¿estos datos quieren decir la izquierda es homófoga y la derecha es la bandera del colectivo gay? Pues no, ni una cosa, ni la otra. Con estos datos, he querido demostrar que tanto la izquierda como la derecha han pasado de discriminar a toda persona que no sea hetero a tomar medidas a favor del respecto a la diversidad sexual.
Sin embargo, nos encontramos con una sociedad que condena al PP de homófogo por una acción carente de ética e ignora las medidas positivas del PP y las declaraciones poco afortunadas de la izquierda.
Y ojo, esta memoria selectiva también se puede aplicar con Podemos y Ciudadanos porque se sigue machacando a Albert Rivera por haber dicho en 2006 que la unión homosexual no debe llamarse matrimonio, aunque en 2012 rectificó su opinión y se pasa por alto que Pablo Echenique, un alto cargo de Podemos, se manifestara hace unos años a favor de una invasión de Irak que se llevó a cabo sin autorización de la ONU.
En definitiva, los partidos más importantes de la España democrática han evolucionado en el ámbito social y por ello, un gay no debe asociar la política a un partido u otro. Simplemente, se debe mirar que el programa electoral o la actuación política del partido x o z beneficie a la mayoría de los españoles. ¿O es que acaso el hecho de ser rubia, morena, alta o baja determina tu ideología política?.
Creo que no tengo nada más que decir al respecto. Espero que os haya gustado esta entrada, un saludo.