En estos últimos meses se ha hablado mucho sobre uno de los mayores conflictos actuales, es decir, el de Estados Unidos y Corea del Norte y más aún cuando Trump dijo que era hora de buscar una nueva estrategia porque las propuestas de negociación a los coreanos no han hecho efecto. Sin embargo, gente que tiene poca idea de política, entre ellos yo, no sabemos el origen de este conflicto, así que es necesario acudir a la enciclopedia y buscar el inicio de este espiral de amenazas y ensayos nucleares, el cual es el siguiente.
Desde que se inició el siglo XX, Corea era un territorio que deseaban países importantes y a causa de de ese deseo, estalló la guerra ruso-japonesa en 1904 para hacerse con el control de las regiones de la misma Corea y Manchuria. Acabó un año y medio más tarde con victoria japonesa, siendo la primera vez que un país asiático gana a uno europeo y dejando a más de 150 mil muertos.
La potencia norteamericana de Estados Unidos aceptó sin ningún problema las conquistas de los nipones, pero la perspectiva de los yankees cambió una vez estallada la Segunda Guerra Mundial puesto que Japón y Estados Unidos se convirtieron en enemigos. Por tanto, en la reunión celebrada por los países aliados en El Cairo durante 1943 se tomaron medidas en contra de Japón, siendo una de ellas la distribución del territorio coreanos para los países ganadores.
De este modo, la parte Norte de Corea pasaría a ser controlada por los rusos y la Sur por los estadounidenses con el fin de que la capital, Seúl, quedara para los yankees. Las diferencias de ideales entre las dos Coreas estaba presente porque en la zona Norte, Kim Il Sung se convirtió en un dictador comunista que nacionalizó industrias y estableció reformas agrarias para mejorar las condiciones de vida de los campesinos y en la zona Sur gobernaba el conservador y anticomunista Syngman Rhee y finalmente, estalló la famosa guerra de Corea en 1950.
Corea del Norte empezó fuerte la guerra y en menos de cuatro meses había tomado gran parte del Sur, incluyendo la capital, Seúl, porque tenía el doble de armamento y de hombres, entre ellos, veteranos rusos y chinos que el ejército surcoreano. El presidente americano Truman vio que su territorio coreano peligraba, así que decidió negociar con el consejo de seguridad de la ONU para darle la vuelta a la situación, pero viendo que no estaba el embajador ruso, se tomó la justicia por su mano y se ordenó la intervención militar en Corea. Este fue la primera vez que Estados Unidos comenzaba a ser la policía del mundo y usaba las armas para eliminar lo que detestaba, en este caso, el comunismo.
La intervención militar de la ONU fue neutralizada por la intervención de las tropas chinas, dejando las fronteras tal y como estaban, pero hubo más de 2 millones de muertos en una guerra que finalizó en 1953.
No se firmó un tratado de paz y a medida que pasaba el siglo XX, Corea del Norte crecía gracias a las ayudas de Rusia y China y Corea del Sur se empezaba a convertir en una potencia mundial joven por las ayudas americanas.
A pesar de que había bonanza económica en territorios coreanos, la herida que se abrió en la guerra en dicho lugar sigue abierta, sobretodo, por parte de Corea del Norte y Estados Unidos. Prueba de ello fue que Estados Unidos colocó más de 900 cabezas nucleares en Corea del Sur para amenazar al país vecino y que Corea del Norte pidió ayuda a China y a Rusia para desarrollar un programa de armas nucleares, ayuda que finalmente aceptaron los rusos.
Afortunadamente, la sangre no llegó al río y en 1992 ambas Coreas firmaron un tratado en el que se comprometían a no tener fuerza nuclear. Por ello, la guerra fría acabó y hubo un periodo de tranquilidad entre 1994 y 2002. La tensión volvió cuando Bush comenzó a ser presidente de Estados Unidos y acusó a los norcoreanos de ser "el eje del mal". Estas relaciones acabaron en 2011 cuando murió Kim Jong-Il y entró al frente su hijo King Jom-Un.
En principio, este cambio parecía ser bueno porque permitió la entrada de altos cargos internacionales y que el presidente americano Obama llevara alimentos a Norcorea, ya que se necesitaban como agua de mayo tras las hambrunas sufridas en los años 90.
No obstante, la bonanza finalizó allá por 2013 porque hasta este momento, ha hecho cinco pruebas nuclares y once de misiles intercontinentales, por ello, King Jom ha ordenado que se construyan zonas subterráneas para sobrevivir a ataques nucleares.
Hace tres días, el miedo a que el conflicto sea más serio de lo que parece ha aumentado porque el presidente norcoreano ha lanzado una bomba de hidrógeno que provocó un temblor en Rusia y Japón. Esto ha provocado diversas reacciones y la mayoría de ellas en contra, por ejemplo, el presidente chino ha dejado de ser aliada de dicho país y busca las negociaciones de paz y ya pueden acceder los coreanos a negociar porque el 90 % del comercio se produce gracias al gigante asiático.
Vladimir Putin no quiere que la violencia solucione el conflicto, pero si exige que se apliquen las sanciones correspondientes de la ONU. Eso sí, no confía en que la diplomacia triunfe al ver a parte del ejército ruso en Corea del Sur, cuyo país que ha movilizado a sus tropas junto a las yankees por si hay que ser tajante con el país vecino, pero la intención inicial del presidente Moon Jae-In es seguir con las conversaciones de paz con Kim Jon-Un.
Por otra parte, otros países quieren pasar directamente a la acción, uno de ellos es el presidente japonés Shinzo Abe al haber visto como unos misiles de medio alcance ha metido el medio en el cuerpo a la nación del Sol naciente y otro es ni más ni menos que Donald Trump, ya que se le ha amenazado con atacar Washington con ataques nucleares.
Al magnate se le ha acabado la paciencia y creo que tanto a Donald como a Kim les gusta actuar de forma muy similar porque en muchas de sus declaraciones, han dejado caer que están demasiado decididos para atacar con armas nucleares, pero si la guerra fría nos ha enseñado algo es que dichas armas son amenazas que evitan conflictos mayores.
Sin embargo, hay miedo por si se produce una futura contienda que quieren más los asiáticos porque los habitantes y el presidente podrían eliminar el descontento mutuo uniéndose por un solo objetivo, derrocar a un enemigo común, pero sabiendo que tienen todas las de perder porque no tienen ningún aliado (Rusia y China les obligaron a negociar) y tienen muchas más posibilidades de perder que de ganar porque USA cuenta con un ejército con mejores recursos. Bueno, espero que se opte por la vía diplomática, aunque no creo que haya solución pacífica porque hay una cabezonería tremenda entre el líder Norcoreano y el americano y bueno, tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe, es decir, que al final con tanta amenaza de misil, podemos estar a punto de vivir una nueva carnicería, espero que no sea así, un saludo.