Javier y yo le dijimos a Abel que no tenía por qué reírse porque solo lo querían para que se arrastrara ante ella como perrito faldero y Carolina metió el dedo en la llaga diciendo de modo sarcástico: "¿Qué, ya has ligado?", pero él, sin pillar el sarcasmo, dijo, "creo que todo va bien con ella".
Si Carolina hablaba, Jade estaba mosqueada porque la chica les miró mal y Abel lo permitió, así que decidió no hablarle en lo que quedaba de noche. Mientras había silencio entre ellos, Javier me decía que se podría liar parda porque las chicas huyeron, ya que Armando se comportó como un pulpo y gran parte de su pandilla huyó hacia ellas.
Así que, él decidió irse al Burguer a cenar y reflexionar sobre que hacer porque por un lado quería ligar con ella, pero por otro le daba miedo por las intenciones manipuladoras de ellas. Mientras pensaba, le llamó David Negro, pero no se puso él, sino un grupo de chicas que le robaron el móvil. Se percató de que las chicas no eran unas santas, así que de los nervios, se fue por la pata abajo como si de una gastreonteritis se tratase. A pesar de ello, se quedó con su grupo, pero Jade, Abel, Carolina y yo nos fuimos a nuestras casas.
Al llegar a casa, recibí un whatsapp de Ainara que me decía: "primo, ¿que tal la quedada?, la semana que viene me iré con vosotros". Le dije que si salía con nosotros, le contaríamos todo lo ocurrido y ella dijo que de acuerdo. Por tanto, se quedó intrigada hasta el siguiente sábado.
Mientras tanto, Jade y Abel resolvieron sus diferencias. En principio, ella no quería hablar con él mientras conversaba con el por Skipe, pero mi amigo y yo insistimos en que se arreglara la situación, y así fue, ya que Jade le explicó las razones de su enfado y Abel se disculpó porque no se percató de las actitudes acaparadoras de su posible ligue.
Mientras tanto, yo intentaba una reconciliación con Josué y por ello, le seguía proponiendo que quedara con el grupo, pero él decía que tenía que descansar por lo dura que eran las semanas universitarias, sin embargo, estaba a todas horas jugando al lol, viendo anime (hasta faltó a la academia por tener examen supuestamente, pero estaba viendo Sword Art Online y tuve que mentir para que no le regañaran). Además, llegaban los carnavales, concretamente los más famosos de la provincia, los de Miguelturra y él se iba a dicha fiesta.
Como me iba a quedar solo, Jade me propuso irme a cenar y a dormir con ella, pero rechacé la propuesta de dormir porque mis padres podrían llamar al teléfono fijo y si se daban cuenta que estaba fuera del piso, podría aumentar el enfado de mis padres, ya que había echo un mal cuatrimestre. Jade lo comprendió y me fui sobre las 10 y media. Josué lo agradeció porque llegó al piso a las 4 de la mañana, me desperté y le dije: "¿qué tal?", a lo que me respondió: "dime el número de Vanessa, por favor, que lo perdí en el taxi y estoy muy muy muy nervioso". Finalmente se lo di y le salvé de una buena bronca.
Quien no se salvaba de una buena bronca era mi amigo Raúl desde que dejara la carrera de ingeniería informática con el fin de repetir la prueba de acceso a la universidad, pero él no se esforzaba a tope porque se sabía genial el temario del año anterior y por ello, se le regañaba cuando no estaba estudiando, ya sea gritándole en plena partida al lol: "ludópata, ludópata" o recordándole que había perdido un año, mientras sus amigos estaban en la universidad. Él estaba cansado, así que al sábado siguiente no salió con nosotros, pero me agradeció mi atención hacia su estado de ánimo, ya sea con consejos o con chistes malos y me prometió que quedaría más conmigo.
Quien si salió con nosotros al siguiente sábado era Ainara y nos preguntó que pasó en la última quedada justo cuando Javier se fue a apostar al Sportium por si había problemas, ya que él era su mejor amigo. Sin embargo, al conocer las acciones desesperadas de Armando por ligar y su cambio de planes y de amigos, quiso hablar con él porque lo veía buen chico y veía una pena que se echara a perder.
Javier me dijo que estaba mal haber hablado y yo dije que lo conté para ayudarle porque le veía con mala actitud. Él me dijo que estaba mal manipular y meterse en la vida de la gente, que me rayaba mucho y había que salir para pasarlo bien. Sin embargo, Ainara y yo quisimos solamente aconsejarlo, así que, le pregunté a Armando donde estaba y dijo en Burguer. Justo al llegar, Armando se quedó sorprendido y al ver que mi prima se dirigía a él, le dijo: "¿qué quieres?"