El siglo actual está siendo
innovador para todos a los niveles de la Revolución Industrial en su
época porque las TICs están siendo influyentes en todos los
aspectos del contexto social, por ello, la educación no es inmune a
esta revolución.
Como toda nueva aparición,
hay efectos positivos y negativos en su uso. Por un lado, mejora las
capacidades de la lógica y de los números porque tanto en el
videojuego como en las matemáticas hay que resolver problemas y por
ello, hay que superarse y siempre siguiendo unas reglas.
Por otro lado, hay efectos
negativos, uno de ellos es que la época de leer periódicos y
revistas ha quedado atrás para dar paso a la lectura digital. Este
hecho promueve consecuencias porque como dice David Nicholas: “la
gente que nació a partir de 1993, tiene menor capacidad de analizar
información completa por leer a toda prisa. Por tanto, el cerebro ha
perdido capacidad de concentración”.
Otro efecto negativo es las
redes sociales en su mal uso porque si los padres y los docentes
promueven una utilización eficiente basada en información
instantánea y una mayor comunicación a la hora de realizar alguna
actividad con un padre, compañero/a o docente, se incluiría en
efectos positivos.
Sin embargo, no se hace
énfasis en las consecuencias de su uso y como los niños/a y ya
algunos adolescentes no son conscientes de los efectos negativos de
su uso, la emplean seis horas al día como promedio. Esa situación
les sirve de ayuda a padres nerviosos que no saben que hacer para
calmar la frustración de sus hijos/as, por ello les dan tablets y
iPads para relajarse.
De este modo, los padres
ayudan indirectamente a que los niños/as apliquen el cyberbullying;
ya que son curiosos por naturaleza y ven las TICs como un modo de
acosar a un compañero/a sin sufrir consecuencias porque las acciones
se realizan fuera del aula y además, según un estudio: “las
víctimas del ciberbullying tardan 9 meses en contarlos y tienden más
a contarlo a los padres, los cuales, la mayoría de ellos consideran
que la actuación de los profesores no ha sido la adecuada”
Ante los argumentos a favor y
en contra, la sociedad difunde a los cuatro vientos las consecuencias
de su uso, pero escasas o ninguna vez se escucha el bien que hace las
TICs a la sociedad. Por lo tanto, según Sergio García Soriano: “hay
prejuicios sobre los videojuegos”.
Dichos prejuicios inciden que
las TICs sean usadas con poca frecuencia en el aula porque no se
conocimientos sobre el uso de estas materiales a los docentes, ya que
si hay dificultades técnicas y económicas. Por ello, es necesario
que vayamos aprendiendo sobre nuevas tecnologías, que es lo que ido
haciendo en la creación de un blog como memoria, realizando un
taller de robótica, haciendo un vídeo para clase o haciendo mapas
conceptuales o infografías porque claro para que tenga los
contenidos suficientes que permita enseñar un uso de calidad de
nuevas tecnologías porque lo van a necesitar en la vida diaria, por
ejemplo, a la hora de ir a una conferencia y saber porque las
diapositivas tienen pocas palabras o que colores beneficias o
perjudican a una presentación.
En definitiva, pienso que
debemos fomentar el uso de las TICs pero en función del curso en el
que estemos, por ejemplo, es inviable que el alumnado trabaje
mediante un blog y se comunique con nosotros por redes sociales
porque aún no tienen la capacidad de realizar trabajos tan
complejos, pero si pueden manejar robots para saber como se puede
programar algo. Y
Ya en 6º de primaria, justo
cuando se tienen 12 años, podríamos empezar fomentando el uso de
los blogs o de páginas como slack para que puedan quedar entre ellos
a la hora de hacer trabajos y quedar fuera del aula y también
podemos llevar un videojuego a clase para que sepan que contenidos
transversales llevan,
Eso sí, considero que usar
estos medios para adaptarse a este siglo está muy bien, pero nunca
hay que dejar algunos métodos más tradicionales como la lectura o
la interacción con la naturaleza porque como he mencionado
anteriormente, con la lectura digital se lee rápido y no se captan
las ideas principales y además, por el uso abusivo de estos aparatos
no se sabe nada sobre la procedencia de los productos porque he oído
a niños decir que “la leche procede de Mercadona”: