Jade me dijo: "me ha encantado, muchas gracias" y posteriormente, procedió a darme un beso y un abrazo. Mientras yo me probaba la camisa que me regaló, ella estaba pensando ponerle un nombre al peluche, Así que, una vez me probé la camisa, la cual me quedaba bien, me dijo: "al peluche lo voy a llamar Junior porque es pequeñito y es tan ñoño como tu".
Ese noche la pasamos muy bien juntos y dormimos abrazados, incluyendo al peluche. Estábamos bastante felices, así que, al día siguiente decidimos pasar el día juntos, justo al contrario que la mayoría de la gente que decidió irse a la cervezada, concretamente a la mía, la de Magisterio.
Josué, Ismael y su pandilla de ingeniería decidieron ir a la cervezada cuando me fuera a Puertollano, ya que Vanessa le había animado a salir porque se pasaba las horas jugando al League of Legends como medio de huida a su amargamiento.
Dicho amargamiento procede de que Vanessa no para de salir en Ciudad Real con la gente de su carrera y de la residencia, concretamente, personas a las que detestaba y le comentaba a Jade su malestar hacia ellas anteriormente y frecuentaba en cervezadas cuando en la época del instituto las odiaba.
Así que se fueron a la cervezada y Josué, se sentía ignorado por su chica, quien no paraba de sacarse fotos con la gente, entonces llegó su primera queja recriminándole que nunca se había sacado una foto con ella cuando él mismo detestaba las fotos. Entonces, para no aburrirse procedió a beber y cuando ni siquiera habían sido las 9 y media de la noche (hora a la que suelen cerrar el lugar donde se celebra la cervezada: El Playa Park), los efectos del alcohol le habían provocado mal estar general.
Vanessa lo convenció para llevárselo al piso con el fin de que su borrachera no trajera consecuencias.
Josué se pudo encontrar mejor a medida que pasaba la noche, pero se sentía traicionado porque Vanessa no se había quedado a pasar con él la noche.
Si Josué se sentía solo y aburrido, Luis estaba disfrutando en su primer mes de universitario, sobretodo en las novatadas porque no fueron tan humillantes como las comentadas en episodios anteriores. Tan solo le pintaron la cara, pero como novatada final, debió hacer una actuación y el, se levantó de la silla del comedor y empezó a cantar a todo un clásico de la música española, es decir, a Raphael y a su tema "Yo soy aquel" de forma espectacular.
Luis sentía que su vida universitaria estaba siendo genial porque podía realizar lo que quisiera sin ningún pudor y era muy bien recibido allá donde fuera, así que, decidió hacerse un perfil en un chat gay porque se marcó el reto de ligar cuando entrase a la Universidad. Yo me di cuenta de ello cuando ese viernes, Luis y yo nos fuimos juntos en el tren y me confesó sus andanzas.
Así que, había llegado contento a mi casa porque a mi amigo Luis le iba bien la vida y porque Jade y yo estábamos más unidos. Sin embargo, la alegría duró hasta la hora de comer cuando Abel me llamó quejándose de que lo estaba ignorando porque no salí la semana pasada con él, así que le dije: "bueno, hoy es el cumple de Javier, allí nos podemos ver".
A lo que respondió: " pero cachondo, yo vivo en Argamasilla, hoy no puedo, dependo de autobuses".
A lo que dije: "pues tu te lo pierdes, estaremos todos, incluyendo a Jade".
El, con tono serio me dijo: "hablando de Jade, deja de ser tan buenecito con ella, que sino te toma por tonto si la pones en un pedestal".
Yo le dije: "tío, déjame, yo estoy feliz con ella y no tengo que aparentar algo que no soy"
Él, en su afán de mostrar su opinión me dijo: "bueno, pero piensa que en cualquier momento la relación se puede terminar".
Escuchando eso, dije; "obvio, y si salgo a la calle me pueden atropellar".
El dijo; "tío, esa frase me ha molado, Pero quiero decirte que vas demasiado deprisa y deberías verla menos, por ejemplo, una vez a la semana y no todos los días"
Yo, mosqueado y rayado: "Abel, estás pesadito, nos vemos las veces que queramos".
Se dio cuenta que me había mosqueado y me dijo: "mejor me callo, porque me siento mal por decirte estas cosas"
Yo dije: "si mejor, si quieres venir al cumple de Javier, quedamos en Telepizza".
Una hora más tarde, le conté a Jade lo que había dicho Abel sobre no quedar la semana pasada y su opinión con respcto a mi relación con ella.
Jade, se sintió molesta y dijo que si quiere Abel vernos y no puede venir por autobuses, que iríamos a recogerlo a Argamasilla andando por los caminillos y haber si así se le quitaba la manía de querer rayarme porque luego a ella le tocaba lidiar con mis preocupaciones.
Por tanto, ella y yo emprendimos un trayecto de aproximadamente una hora hacia el pueblo de Abel mientras caía una noche de otoño
Luis sentía que su vida universitaria estaba siendo genial porque podía realizar lo que quisiera sin ningún pudor y era muy bien recibido allá donde fuera, así que, decidió hacerse un perfil en un chat gay porque se marcó el reto de ligar cuando entrase a la Universidad. Yo me di cuenta de ello cuando ese viernes, Luis y yo nos fuimos juntos en el tren y me confesó sus andanzas.
Así que, había llegado contento a mi casa porque a mi amigo Luis le iba bien la vida y porque Jade y yo estábamos más unidos. Sin embargo, la alegría duró hasta la hora de comer cuando Abel me llamó quejándose de que lo estaba ignorando porque no salí la semana pasada con él, así que le dije: "bueno, hoy es el cumple de Javier, allí nos podemos ver".
A lo que respondió: " pero cachondo, yo vivo en Argamasilla, hoy no puedo, dependo de autobuses".
A lo que dije: "pues tu te lo pierdes, estaremos todos, incluyendo a Jade".
El, con tono serio me dijo: "hablando de Jade, deja de ser tan buenecito con ella, que sino te toma por tonto si la pones en un pedestal".
Yo le dije: "tío, déjame, yo estoy feliz con ella y no tengo que aparentar algo que no soy"
Él, en su afán de mostrar su opinión me dijo: "bueno, pero piensa que en cualquier momento la relación se puede terminar".
Escuchando eso, dije; "obvio, y si salgo a la calle me pueden atropellar".
El dijo; "tío, esa frase me ha molado, Pero quiero decirte que vas demasiado deprisa y deberías verla menos, por ejemplo, una vez a la semana y no todos los días"
Yo, mosqueado y rayado: "Abel, estás pesadito, nos vemos las veces que queramos".
Se dio cuenta que me había mosqueado y me dijo: "mejor me callo, porque me siento mal por decirte estas cosas"
Yo dije: "si mejor, si quieres venir al cumple de Javier, quedamos en Telepizza".
Una hora más tarde, le conté a Jade lo que había dicho Abel sobre no quedar la semana pasada y su opinión con respcto a mi relación con ella.
Jade, se sintió molesta y dijo que si quiere Abel vernos y no puede venir por autobuses, que iríamos a recogerlo a Argamasilla andando por los caminillos y haber si así se le quitaba la manía de querer rayarme porque luego a ella le tocaba lidiar con mis preocupaciones.
Por tanto, ella y yo emprendimos un trayecto de aproximadamente una hora hacia el pueblo de Abel mientras caía una noche de otoño