Hace 8 años, vivía en Córdoba y solamente venía a mi pueblo para las vacaciones de Semana Santa, verano y de Navidad y para algún fin de semana puntual.
Recuerdo que cuando me tocaba volver a tierras andaluzas lloraba como una magdalena porque estaba muy agusto con mi familia, sobre todo con mi abuelo y porque soy de lágrima fácil.
Por lo tanto, mi sueño era poder vivir en Puertollano, ya que a pesar de que no estaba mal en Córdoba, tenía la sensación de que me faltara algo. Lo malo es que mi padre tenía asumido que viviríamos en Córdoba de por vida, puesto que había estado muchos años buscando trabajo en la ciudad minera con suerte desafortunada.
Sin embargo, mi prima JRC no se rendía y seguía tratando de hacer posible el sueño de vivir en el lugar donde nací echando currículums de mi padre a la empresa Repsol.
La constancia al final se premia y recuerdo que estaban mis padres en Carrefour de Puertollano en las Navidades de 2008 viendo cosas para el piso y de repente llamaron a mi padre de Repsol y el pensaba que lo llamaban para irse a trabajar a Peñarroya, ya que estaba de retén, pero le dijeron: "buenas tardes, eres CRG?", a lo que él dijo: "sí, soy yo por qué?" y le respondieron: "tiene una entrevista de trabajo en Repsol Petróleo"
Imagino que mis padres recibieron en esos momentos una gran oleada de ilusión, pero no querían cantar victoria antes de tiempo.
Sin embargo, cuando volvimos a nuestro hogar en enero de 2009, de repente un día mi madre me preguntó: "como te sentirías si nos trasladarán a Puertollano?"
Si estáis leyendo esta entrada, la respuesta está clara, pero para no hacerme ilusiones dije: "no se, bueno no estamos mal aquí"
Durante ese mes de enero, mi padre se cogió unos días para ir a Puertollano para que la psicóloga de la entrevista, la cual fue positiva y días más tarde se entrevistó con su actual jefe.
Recuerdo que ya a finales de ese mes, cuando mi padre realizó con éxito la entrevista, pillé a mi madre llorando mientras hablaba con mi tía, yo le pregunté que le pasaba y me dijo :"nos han trasladado a Puertollano, pero todavía no digas nada".
Para mantener las formas, me aguanté la tremenda felicidad que tenía porque posiblemente, se iba hacer realidad mi sueño utópico y en esos días los profesores de mi antiguo colegio de Córdoba decían: "chicos, los 28 que estáis aquí sufriréis la exigencia de los salesianos en la ESO".
Recuerdo que mi mejor amigo de la infancia, RTP, también sabía que al año siguiente no estaría allí y nos solíamos mirar para decirnos con lenguaje no verbal que habría 27 chicos, no 28 por mi ausencia.
Sin embargo, ya en marzo de 2009, antes de que llegara la Semana Santa, mi padre pasó el reconocimiento médico y se podía confirmar nuestra marcha a la ciudad manchega.
Pero claro, mi padre empezó a trabajar un 1 de abril y no iban a cambiarnos a mi hermana y a mi de colegio, así que él se llevó cuatro cosas al piso en el que vivo actualmente para estar entre semana en Puertollano trabajando y solucionando papeleos para empadronarnos y escolarizarnos a mi hermana y a mi para el curso que viene.
Ya en junio, acabé el curso e incluso mis compañeros me hicieron una sorpresa, ya que se juntaron para hacer una cartulina y cada uno me dedicó una frase e incluso el muchacho con el que tanto me había picado durante mi etapa en primaria, lloró como una magdalena porque me iba.
A pesar de que lo pasé bien en la despedida, se que mi amigo RTP le habría encantado que hubiera ido al viaje a Valencia, pero yo quería estar disfrutando de lo que me quedaba estar en mi casita.
Cuando veníamos de vacaciones a Puertollano, solíamos venirnos a mediados a principios de julio hasta mediados de septiembre, sin embargo, el piso no estaba en condiciones para vivir y fuimos llevando las cosas poco a poco en ese mes de julio hasta que, un 25 de julio de 2009, me trajeron a mi aquí para que estuviera una semana viviendo en casa de mi tía, ya que mi antiguo piso estaba ya casi vacío.
Una semana más tarde, concretamente la primera de agosto de ese 2009, mis padres vinieron a Puertollano para siempre en el camión de la mudanza, el cual lo llamó el camión de los sueños.
Ya el único de mi vida en mi tierra es otra historia, la cual sabréis en las próximas semanas.
Espero que os haya gustado esta entrada, un saludo.