Acabó el acto de graduación nos sacamos fotos. yo estaba deseando ir al restaurante porque tenía hambre ( la mayoría de la gente teníamos lasaña de primer plato, bueno, a excepción de Luis que optó por el menú infantil, concretamente, comiéndose el solito una torre de patatas fritas con ketchup).
La cena transcurría con normalidad hasta que el Bryan, el camello del instituto que casi nunca ha asistido a clase, preguntó a Josué y a Roberto: "¿Es verdad que Sergio acabo drogado e hizo tras tras por detrás con Luis?
Yo atento a su respuesta y disimulando contando chistes malos a Abel y a Raúl, pero cuando paré, escuché la respuesta de Josué:
- "Tranquilo, yo en todas las fiestas, Sergio no se separa de mí y por lo que he visto nunca se ha emborrachado ni se ha drogado "
Entonces yo me metí y la conversación y dije: "¿perdón me he perdido algo?
Bryan, con un tono de chulo me dijo: "¡¡Sergio, ya veo que te interesas de lo que hablamos¡¡"
Yo le dije: "si habláis de mi, me tendré que interesar"
Yo le dije: "si habláis de mi, me tendré que interesar"
Bryan me dijo: "¿pero es verdad que hiciste eso con Luis?"
Yo dije: "No, pero me gustaría que diera la cara la persona que inventa"
Josué, para lavarse las manos y sobretodo, para dejar mal a Roberto con indirectas porque lo veía mala influencia para su novia Vanessa, como: "es que la gente se aburre y se mete en la vida de la gente, ¿verdad Roberto?"
Roberto respondió: "que yo no he sido"
Jade y Saray estaban escuchando el deplorable espectáculo entre nosotros, así que, Luis comiendo un indigente sin ninguna preocupación y yo como seguía pensando como un amigo a Josué era un buen amigo mío, decidieron irse al baño para calmar la rabia y la incomodidad.
Posteriormente, Bryan con mirada desafiadora dijo: "Sergio, eso te pasa porque te juntas con gente del instituto, mira, como yo me junto con gente de fuera, no inventan sobre mí".
En ese momento, yo escuchando, Raúl y Abel trataron de calmarme , José Guzmán e Ismael trataron de calmar a Josué porque este estaba alterado, ya que si el tema seguía, iba a descubrirse que él tiene parte de responsabilidad de que se difundiera el rumor falso.
Finalmente, todo se calmó, por lo que salieron Saray y Jade del baño y en ese momento, cuando Luis acabó su torre de patatas fritas, preguntó: "¿Qué ha pasado"?
Jade, con una cara de sorpresa y Saray, riéndose de su inocencia, dijo: "nada Luis, nada, sigue comiendo anda".
Una vez finalizada la cena, llamé a Javier León para unirse a la fiesta, ya que él tenía ganas de cachondeo y de ligar.
Entonces Diego Olmo vió a Josué preocupado e intulló que sería por las notas, por tanto, se dirigió hacia él y le confesó que estaba aprobado. Este. eufórico, empezó a abrazarnos y a invitar a la gente a chupicos.
En ese momento veía a la gente que se soltaba, Luis empezó a perrear a Carmele; Bryan trataba de coger demasiadas confianzas con Vanessa mientras Josué estaba en Babia; pero sin duda, la risa descomunal llegó cuando Diego Olmo empezó a bailar sevillanas con Mirella (su ropa y su peinado era muy clásico y pasado de moda). Javier, al ver la actuación, me preguntó al oído: "¿Quién es esa vieja?"
Después, Jade me pidió bailar, pero yo me escaqueé en cuanto pude porque prefería estar haciendo el gamba con Josué, Abel y Javier y viendo las borracheras de la gente.
Por tanto, decidimos salir a la calle para que le diera el aire y a fuera encontramos a mucha gente pasándolo mal por los efectos del alcohol y como Luis bebía alcohol, le hacía gracia la gente bebida y empezó a imitarlos.
Mientras estábamos danzando por la ciudad, como la policía fue a desalojar el local porque el grupo de Roberto había montado bronca. Esto hizo que ellos protestaran de mala formas y la policía siguiera a todos los de la discoteca.
Para evitar problemas, Javier León y Abel se fueron a su casa y Luis, Josué y yo nos fuimos a un bar a tomar café para llegar por la mañana al instituto.
Por tanto, decidimos salir a la calle para que le diera el aire y a fuera encontramos a mucha gente pasándolo mal por los efectos del alcohol y como Luis bebía alcohol, le hacía gracia la gente bebida y empezó a imitarlos.
Mientras estábamos danzando por la ciudad, como la policía fue a desalojar el local porque el grupo de Roberto había montado bronca. Esto hizo que ellos protestaran de mala formas y la policía siguiera a todos los de la discoteca.
Para evitar problemas, Javier León y Abel se fueron a su casa y Luis, Josué y yo nos fuimos a un bar a tomar café para llegar por la mañana al instituto.