Durante los primeros ocho años de vida, sentía una gran pasión hacia los coches de calle, sobretodo los antiguos, de echo, tengo una colección de 20 automóviles clásicos como el Renault 4, Seat Ibiza y unos innumerables Seat 600. Mi pasión era brutal, ya que con solamente 3 añitos me sabía todas las marcas, mi abuelo me llevaba a ver desguaces un montón de veces y hasta pintaba los modelos muy bien, sobretodo el Renault 4.
Pero claro, no podía estar toda la vida así, teniendo como a los coches como único tema de conversación porque dificultaría mi integración social en el colegio y en la vida en general.
Por ello, mi padre empezó a introducirme en el tema de la fórmula 1, que también eran sobre esas máquinas que me tenían loco, pero como eran de velocidad, es esos momentos Fernando Alonso estaba empezando a ganar, concretamente los grandes premios de Malasia o Bahrein, por lo que me animé a ver con mi padre mi primera carrera de f1 en directo, la cual era la prueba de San Marino 2005 en la que Alonso ganó aguantando el tirón hasta la última vuelta al heptacampeón M. Schumacher.
A partir de ese momento, comencé a ver la fórmula 1 porque había un campeón español ganando, es decir, Alonso, tenía un coche con mi marca favorita en aquellos momentos, es decir, Renault, y mis colores favoritos, es decir, azul y amarillo. Por ello, la temporada 2005 me la vi entera, incluso me grababa las carreras para volver a visionarlas y hasta me compraba las revistas "Gran prix" tras haber finalizado el fin de semana de gran premio.
Ya sobre octubre de 2005 acabó la temporada con el logró del primer título de Alonso en el gran circo, por lo que a partir de ese mes sentí por primera vez el aburrimiento de 3-4 meses por falta de carreras de Alonso. Por ello, había que matar el tiempo de alguna manera y lo hice haciendo apuntes de pilotos o escuderías y hasta corría por el pasillo fingiendo que era piloto usando el mando como un volante o arañando el suelo cuando hacía correr al R-25 de juguete.
En medio de ese amor automovilista, llegó otra afición al motociclismo cuando veía a un Dani Pedrosa joven ganar su tercer mundial en la categoría de 250 cc con una Honda con los colores azul y verde Movistar que me encantaban y a un Sete Gibernau gafado en el gran premio de Rep Checa 2005 cuando se quedó sin gasolina mientras luchaba contra el poderoso campeón Rossi.
Recuerdo que las carreras de motos que vi ese año se basaban en que yo iba a muerte con Sete y Dani en sus respectivas categorías debido a que tenían las motos que más me gustaban (los colores de Movistar influían) y porque eran españolas. Por ello, al finalizar la temporada, mataba el tiempo jugando con las motos de juguete que tenía de Dani Pedrosa y con una Honda Repsol de un tal Álex Crivillé que no conocía en esos momentos, inventando historias en las que Gibernau, Pedrosa y yo formábamos el Team Movistar para destronar al todopoderoso Rossi.
Es más, recuerdo que ese año mi tío me regaló la Game Boy y para las navidades de ese años mis padres me dieron para Papa Noel (a mis 8 años supe que los Reyes son los padres) el Moto gp de la GBA en el que había que desbloquear a pilotos mediante victorias en diversos trazados. Sin embargo, los pilotos eran del año 2001, por ejemplo, Max Biaggi con una Yamaha roja, Capirossi con una Honda Pons, Álex Crivillé con la Honda Repsol y a la moto más rápida del juego que era la Honda Nastro Azurro de un Valentino Rossi.
Luego ya en marzo del año siguiente, es decir, en 2006, comenzaron las primeras temporadas de coches y motos que vi al completo en las que fueron espectaculares, pero bueno, eso ya es otra historia. Espero que os haya gustado esta entrada para que conozcáis un poco más como esos 45 minutos-hora y media en el que coches y motos dan vueltas a mas de 300 km/hora empezaron a hacerme feliz, un saludo.