Muchos de mis lectores saben que empecé a ver Dragon Ball Super con un año de retraso y que considero esta serie como buena y diferente porque las sagas son más cortas y se incluyen más momentos en los que no hay luchas.
Eso sí, debo decir que en los 26-27 primeros capítulos han faltado emociones fuertes desde mi punto de vista porque estaba claro que la Tierra no sería destruida por Bills-Sama, ya que sin este planeta, la serie pierde la gracia y la lucha con Frezer resucitado duró poco.
Por ello, la lucha entre los universos 6 y 7 que eran totalmente opuestos muestra un bonito pensamiento sobre el más allá del Sistema Solar y la emoción en los capítulos se incrementan cuando los dioses de ambos universos son hermanos gemelos, se llevan mal, pero físicamente son opuestos como los son Bills-Sama (delgado) y Champa (rellenito) y para colmo ambos tienen de maestros a Whis y Vados respectivamente que son hermanos.
A mi las casualidades y las oposiciones me resultan como echar queso a los macarrones, es decir, le da más esencia a lo que veo, por ello, ver que en el universo 7 estaba Frost que en un principio que era como Frezer físicamente, pero más simpático y supuestamente solidario en otro y a Cabbe con el físico de Vegetta, solo que más bajito y que como Saiyjin salvaba la humanidad y no destruía planetas me enganché como loco a verme la serie de una tacada.
Aviso, si alguien no ha visto la saga, que deje de leer porque estas líneas serán Spoiler. Bueno, después de la advertencia confirmo que el universo 6, es decir, el de Bills-Sama ganó el torneo de artes marciales a Champa en la estrella Sin nombre en el que estaba en juego tener la comida del planeta Tierra.
Debo decir que esta victoria se debe al nervio y al corage que le pone Vegetta en los combates, primero derrotando de un puñetazo a Frost tras saber que jugaba sucio al llevar una aguja para desmayar a sus rivales (de un desmayo Goku y Picolo jugaron sucio y además Frost provoca guerras para ganarlas y comprar territorios en el universo 7, pero oculta la maldad con buenos modales), en segundo lugar ganó a una chatarra llamada Magetta que no paraba de soltar fuego, pero nuestro saiyajin demostró el afán de no rendirse cuando con las voces rompió el cristal del campo de batalla y con la psicología atacó en la sensibilidad para ganar a Magetta y para que luego lograra sacar la sangre luchadora y evolutiva en combate del saiyajin Cobbe.
Para mi esos combates me marcaron porque para mí Vegetta queda considerado el mejor personaje para mí porque sabe manejar cualquier situación y porque sacó su lado tierno ante Cobbe, pero claro, siempre la serie tiene la manía de dejar a Goku como el héroe cuando Hit derrotó a mi personaje favorito actualmente que es Vegetta para que este último recurso de Champa (Hit, sicario que en mil años había ganado en un abrir y cerrar de ojos) tuvo que ganar a Vegetta golpeando más de lo habitual y derrotó a Goku con su mayor salto del tiempo y recibiendo de su contrincante su técnica definitiva, es decir, el Kaio-Ken del Super Sayan God.
Sin embargo, me decepcionó que Manaca no fuera el guerrero más poderoso al que se había enfrentado Bills-Sama (tal y como anunció este) y solo fuera un bulo del dios de la destrucción para que Goku y Vegetta se esforzaran al máximo. Por ello, me supo a poco que la victoria del universo de nuestros protagonistas se certificaran con una victoria de Manaca (repartidor espacial bajito con piel rosa y pezones de rosa) porque Hit se dejó perder al saber la nula fuerza de su último contrincante.
Espero que los últimos 20 episodios que me quedan para ponerme al día sean para seguir enganchándose a este mundo del anime. Ojalá esta entrada os haya gustado, un saludo.