En mi época de la ESO me mandaron leerme el libro del niño con el pijama de rayas y dicha lectura, de las pocas que hago por pereza (espero empezar a leer) me marcó mucho porque gracias a ese libro empecé a interesarme por la historia.
Este libro me enseñó que la inocencia de los niños puede ser un arma de doble filo porque puedes sociabilizarte y ser feliz con niños de todo tipo, por lo que Bruno, hijo de un comandante nazi se convirtió en amigo del niño Shmuel, niño judío que se encontraba en el pijama de rayas en un campo de concentración judío, pero sin embargo, no supo que jugar con él sería un peligro porque se pensaría que Bruno es judío y sufriría el destino de morir quemado de la mano de su amigo Shamuel.
También me pareció lamentable la imagen del padre de Bruno cuando no paro de seguir como un perrito faldero al Furias (Hitler), no pensando en su familia y siendo cómplice de cantidad de asesinatos acontecidos en el campo de concentración de Auschwitz.
Quiero destacar la labor del maestro her Liss que es la imagen del profesor manipulado ante las autoridades nazis, tratando de enseñar Geografía e Historia tratando de poner como buenos a los alemanes y malos a los demás países, sin olvidar que suprimía la poesía de Bruno para que no pudiera expresarse.
En conclusión, este libro me pareció un perfecto retrato de una familia alemana no rechazada por los nazis y me hizo llorar de emoción como se valoró la amistad entre Bruno y Shmuel por encima de cualquier alambrada.